sábado, 21 de noviembre de 2009

Recuperando vida... las presencias silenciosas



¿Te ha pasado que no importa el tiempo que corra, siempre hay personas que están constantemente en tus pensamientos? ¿Te ha pasado encontrarte con una sonrisa en medio de los recuerdos? ¿Te ha pasado que cualquier momento, cualquier circunstancia te llevan, de alguna manera, a recuperar vida? Son las presencias silenciosas de personas que marcan tu vida para siempre. Es la seguridad de saber que, no importa el tiempo que pase, esas personas, siempre estarán ahí.
El silencio del tiempo no consigue borrar historias, no consigue que el olvido se adueñe de la mente, del corazón, de la vida. No logra, que las presencias silenciosas finalmente callen y se borren. ¡Eso es un regalo de la vida! Es un regalo saber que tú también eres, en otras personas, una presencia silenciosa.
¡Qué maravilla, la maravilla! En sólo dos semanas, dos de esas presencias, han roto su silencio y con él, la máquina del tiempo con sus recuerdos contenidos se ha echado a andar.
Guanajuato, Guadalajara, Guadalajara, Guanajuato. Dos presencias que llegaron a mi vida y parecía que se habían ido para siempre. Benditos el tiempo y la vida que permiten recuperar del pasado este presente y, ¿por qué no?, un espacio significativo para el futuro.
Cuando viví en Guanajuato, encontré a alguien que constantemente me acompañó, me cuidó y me apoyó de mil y una formas sin nunca pedir nada a cambio. Muchas veces he pensado ¿qué habrá sido de esta presencia silenciosa? Muchas veces sólo ahí quedó. Hace un par de semanas recibí un mensaje en mi correo electrónico. No lo contesté. Pocos días después, recibí un segundo mensaje que me decía que quizá no me acordaba. ¿Cómo olvidar? A esta presencia, en todo momento, sólo puedo decirle ¡gracias!
El tercer mensaje que llegó a mi correo tiene una parte que me encantó y que quiero compartir:
"Hola:
Supongo que la edad me permite llenarme de recuerdos, hace un tiempo me dí a la tarea de buscar a las personas que en el transcurso de los años han dejado grata huella en mi vida, con la mayoría ha sido grato encontrarlos, otros ya me están haciendo reservación en futuro. Así llegué a Pachuca, Toluca, Morelia, Celaya y otros lugares. Afortunadamente mi trabajo me permite con cierta periodicidad viajar [...]. Hay personas que hace 35 años no veía y el reencuentro ha sido agradable así que seguiré haciéndolo mientras pueda."
¡Qué maravilla, la maravilla! He recibido fotografías de la familia y en verdad qué maravilla, con el paso del tiempo es como viento suave volver a recordar.
De Guadalajara es otra de las presencias silenciosas más significativas en mi vida. Viento suave, pacificador llegó. Costó encontrar esta presencia silenciosa, costó acomodarla en su sitio, pero una vez hecho esto, es un regalo, un privilegio recuperar vida. Es un regalo recuperar las sonrisas, el cariño, el cuidado y la compañía ante la posibilidad de poder pensar en voz alta. Es un privilegio poder decir gracias por haber estado en los momentos más difíciles de mi vida, por haber estado cuando mis hijos nacieron, por querer a mis hijos a pesar del tiempo y la distancia, incluso las circunstancias. Gracias por ver en mi familia a una familia que lucha día a día por ser sólo eso, una familia cuyo centro se encuentra en el hogar espiritual y físico.
Andar una soledad acompañada, definitivamente es un suceso; reconocer esto, abre la posibilidad de recuperar vida. Significa que esta presencia silenciosa, rompa, justamente el silencio y recupere su presencia viva.
Gracias a las presencias silenciosas que vuelven para ayudar a recuperar vida. Gracias por ser parte de mi vida y habitar en el espacio de mi corazón.
Otra presencia silenciosa de la que no hablo y que también apareció esta semana, está en Irapuato... han pasado los años y cada vez que nos escribimos o nos llegamos a hablar, sabemos que no importa el tiempo transcurrido, aquí estamos.
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A propósito de presencias... Gus me buscó hace tres días en el messenger y me escribió palabras maravillosas que llenaron de vida a mi corazón. Gracias, ¡muchas gracias! te prometo estar en los años que vienen para platicar largo y tendido cada vez que haya oportunidad.
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Es bueno sentir el calorcito de los recuerdos que recuperan vida. Es bueno viajar por los recuerdos porque unos te van llevando a otros. Es bueno reconciliarse con el pasado para construir futuros. Es bueno recuperar vida, recuperando el contacto con otras vidas.
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Lucerito, Gus, Ceci, David... que Dios los cuide y los guíe para que tengan un cierre de semestre exitoso. Los amo profundamente todo el tiempo.
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P.D. ¡Me encanta Dios!

Quienes me leen (lectores, accidentados, mis sufridos seguidores), saben que pienso en ese Dios que Jaime Sabines nos compartió... y que quiero recordar hoy:

Me encanta Dios
Me encanta Dios. Es un viejo magnifico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega. Y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna y nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe de las manos.
Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero eso a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida sea para siempre.
Ahora los científicos salen con su teoría del Bing Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.
A mi me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho -frente al ataque de los anbióticos- ¡bacterias mutantes!
Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.
Mueve una mano y hace el mar, mueve otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.
Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira.
Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.
Dios siempre esta de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.
A mi me gusta, a mi me encanta Dios.
Que Dios bendiga a Dios.
Jaime Sabines (1926 - 1999)

Aquí está "Me encanta Dios" con el mismísimo Sabines:

domingo, 15 de noviembre de 2009

Ayer le hicimos una fiesta a Ceci... "fue muy chido"


¡Cumplir 20 años! Qué maravilla la maravilla... ¡20 años llenos de vida! ¡20 años complicados a veces, tristes otras! ¡20 años transcurridos entre sobresaltos y la paz de la mirada dulce de tu padre! ¡20 años que agradezco la oportunidad de compartir contigo!
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Querida Ceci:
Hemos recorrido un largo camino juntas, a ratos muy difícil de andar; en verdad lamento no haber facilitado más tus pasos y antes al contrario, más de alguna vez, haberlos complicado en demasía. Sin embargo, te pido que no dudes de que te amo profundamente y que me llena de orgullo el honor de poder ser parte de tu vida.
No es posible cambiar lo pasado (aunque si contarlo distinto), pero sí es posible andar a plenitud este presente y esperar en la calma del tiempo, la llegada del futuro. Segura estoy de que aun con sus tropezones, sabrás andarlo a buen paso y con la mirada en alto. Hay historias que marcan y marcan con mucho dolor, hay desencuentros a veces obligados, a veces necesarios... a veces inexplicables; pero la vida sigue y quizá ese es el regalo más grande que la vida misma nos puede dar.
¡Feliz cumpleaños niña preciosa!
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Una vez más enfrentamos una semana complicada, mucho trabajo, poco tiempo, correr, correr, correr y la cereza del pastel ¡un examen! Prueba que no acabo de asimilar pero que pase lo que pase, me ha permitido saber que aunque con muchas dificultades, estoy aprendiendo y en especial entendiendo conceptos y temas que nunca hubiera imaginado. He encontrado también (ya lo sabía) que es mucho lo que debo aprender, pero es maravilloso tomar conciencia.... todavía, lamentablemente, me falta el aprehender...no logro apropiarme de ese conocimiento que está ahí al alcance de la mano pero que no logro alcanzar con los dedos de mi mente. En fin, ayer hice un examen, del cual lo único que se, es que las posibilidades son inciertas y el futuro, en este sentido... ¡más!
Esta semana "detuve" el tiempo para dedicarme a preparar este examen, no fue suficiente, pero avancé y pude tomar conciencia de muchas cosas. Ruth, no se si me leas, pero ¡gracias! ¡gracias por el apoyo incondicional que me has dado para buscar salir adelante, especialmente, por ponerte en mi lugar y saber lo complicado que venía esto de hacer un examen!
En medio de eso, llegó el viernes ¡cumpleaños de Ceci! Me di el tiempo de pintar a mano, con los dedos, una caja, poco a poco fue tomando color, poco a poco se fue viendo como yo quería. Mi esposo, en algún momento me dijo algo así como "¿Vas a pintar una caja? ¡Las cajas de regalos no se guardan!" Pero entonces, pensé que el regalo contenido en la caja, era uno y el producido por mí era otro. Creo que hacer algo con tus manos y con tu corazón, es la mejor manera de decirle a alguien que lo amas. Es una caja llena de color y dinamismo... la curva es la reina. Lo mejor fue cuando Ceci miró la caja con detenimiento y dijo ¡lo hiciste con tus manos!
Mientras todo esto sucedía en Puebla (no están para saberlo, ni yo para contarlo, pero viajé estudiando, me senté en Campus Puebla a estudiar, leí en el auto y sólo me detuve por dos razones, para comer y en el regreso a Pachuca porque ya no había luz). Los hijos (David y Lucerito), se gastaban el saldo de mi celular planeando "a distancia" una fiesta sorpresa.... Yo les dije que si sabían contar, no contaran conmigo hasta el sábado después de mi examen.
¡Son buenos la Lucerito y el David! Consiguieron organizarse, hacer partícipe a su papá y armar la fiesta sin que Ceci, en ningún momento se lo imaginara ¡bien equipo! Todo fue tomando forma: después de avisar a los amigos, tratar de localizar a otros, David fue a negociar las chalupas (a papá le falló el cálculo... ¡hay un montón en la cocina!), acordar tiempos, dejar la sala lista pero no tanto como para que Ceci no sospechara, todo fue tomando forma. Martín y yo fuimos por los pasteles (hubo dos, uno por Ceci y otro por David que cumplió años el 16 de octubre), algunas botanas y globos y serpentinas... Fue genial que todos se escondieran en la sala y que yo me echara en el sillón de la tele, tal y como me dejaron cuando se fueron a OANSA. Me levanté y tratando de ser seria, comencé un regaño por la ropa limpia que no se había doblado. Ceci atinó a decir "¿también mía?", le respondía que sí, que cómo era posible que ella que no estaba toda la semana, no se hiciera cargo de sus cosas (casi suelto la carcajada y me descubre). Les dije que antes que otra cosa, los cinco, iríamos a hacernos cargo de la ropa, incluso dije "tú también Martín, la ropa es de todos." ¡Justo ahí, Ceci debió descubrirme! Por elemental respeto a la relación, yo no diría algo así a Martín y él no iría cual niño regañado a donde yo lo pedía... parados frente a la ropa... de pronto salieron todos y cantaron las mañanitas.
Es bueno ver a la familia y a los amigos compartir el tiempo, escuchar un montón de cosas chistosas, compartir juegos, anécdotas, morder el pastel (no quieren saber como está la alfombra de la sala) y, algo "muy maravilloso": sin una gota de alcohol y sin una sola palabra altisonante...vaya que si se puede tener diversión sin la necesidad de tener estimulantes ni agresiones. ¡Gracias a todos por este regalo!
Al final, quedó un enorme tiradero que esta vez me negué a recoger pero que los hijos se hicieron cargo de casi todo... ¡no quiero bajar a la cocina!
Gracias Lucerito, David, mi amado Martín por su disposición, creatividad y ayuda... Gracias Ceci por estos 20 años.
Que nunca te quepa duda: esta es tu casa, esta es tu familia y TE AMAMOS CON TODO NUESTRO CORAZÓN.
Mamá

P.D. Gus.... sabemos que estás construyendo tu vida, pero ¡Dios! cómo nos haces falta... ya sólo nos separan unas pocas semanas (¡menos de un mes!) para estar en familia...aunque siempre lo estamos, en la ausencia es más difícil. ¡Éxito en los exámenes!... escúpele un ojo a Farma...(por lo pronto, porque no tengo duda de que la vas a dominar...más tarde o más temprano, pero ¡claro que lo vas a conseguir!

lunes, 9 de noviembre de 2009

Termina un sueño: no más "El Vuelo del Ángel"



Esta tarde he tomado una decisión drástica que no me deja buen sabor de boca. Dejo la radio y la dejo por el simple hecho de que excepto unos cuantos (gracias por estar), nadie sabe que El Vuelo del Ángel ha sido un programa largamente esperado y acariciado en mi amor por el trabajo radiofónico. Me tomó años, volver al radio, pero segundos cortar esta historia que sin receptores, es imposible continuar.
Me entristece el hecho de ver cómo de un proyecto que creció tanto, que se convirtió en realidad, poco a poco irá muriendo, quizá no en un semestre, ni en dos pero finalmente, si no le inyectan toda la energía que necesita, toda la calidad, todo el cuidado que demanda un trabajo radiofónico, toda la pasión y el amor, toda la responsabilidad que ello implica, sencillamente estará condenado a morir.
Hace unas semanas celebraron el primer año de vida; sin embargo, no veo con claridad un rumbo, no veo el mismo cuidado hacia todos los que producen o prestan su voz para darle vida a Aerosradio. Recuerdo haber observado el gusto con que se arrancaron los trabajos de la radio en nuestro Campus, ahora, veo con tristeza que es más protagonismo que el dar vida a un proyecto para la vida del mismo Campus, lo que importa.
Esta tarde, yo estoy en casa porque debo poner atención a aspectos personales que he descuidado por exceso de trabajo. David (gracias Pequeño), me está haciendo el favor de poner la Ofrenda Musical de Johann Sebastian Bach (buena opción de despedida). Le pedí que me apoyara saliendo él al aire, presentando las melodías a escuchar, pero una vez más está sólo, no tiene supervisión, ni apoyo. Y es justo esto lo que me hace decidir que no más, no más por el simple hecho de que no existimos más que para rellenar un espacio, no existimos en la página oficial de Aeros, no existimos para quien está al frente de esta radio, no existimos para quienes creen que una proyecto radiofónico se sustenta en el protagonismo.
La paradoja está en el hecho de haber aceptado participar haciendo El Vuelo del Ángel porque fuí invitada a hacerlo. En el hecho de haber entregado mis logos, mis cortinillas en tiempo y sencillamente, NO EXISTEN. En el hecho de que uno de mis alumnos me hizo el gran honor de componer las cortinas de entrada así como las cortinillas porqué le emocionó la posibilidad del tipo de programa que se produciría.
En fin, queridos lectores y seguidores...visitantes ocasionales, dejo este proyecto porque a fin de cuentas demanda un esfuerzo que no vale la pena cuando no es valorado... efectivamente, estoy escribiendo desde el enojo, desde la soledad, desde la tristeza de sentir que no somos más que el relleno de una programación. No hay más que dar vuelta a la página, quizá en un futuro no lejano, pueda tener un espacio sobre la base del respeto. Gracias David, gracias Oscar.
Las alas de mi ángel, esta tarde se han cerrado.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Las extrañas andanzas del tiempo


Esta ha sido una semana entre rara y excepcional. El frío nos ha castigado un poco pero no bastante como a personas más desafortunadas que nosotras. Tengo una resistencia e-nor-me a leer y escribir para el ensayo que debo entregar mañana. Tengo frío en el cuerpo pero no en el corazón, tengo cansancio físico y mental, pero no he logrado detener esta rueda alienante.
Gratamente, entro al blog y me encuentro que tengo nuevos seguidores a pesar del riesgo de leer mis devaneos y locuras, mis risas y mis tristezas. Gracias, muchas gracias por darme su atención y acompañarme por la aventura de las palabras y la magia de poder construir un mundo de posibilidades a través de ellas. Este riesgo lo corren también quienes me leen aunque no me sigan por el blog pero que lo hacen mediante el enlace del Facebook y ¡por supuesto! también los que caen por aquí por accidente y se detienen unos minutos.
Semana rara por el clima más bien frío que nos ha acompañado a lo largo de varios días. Rara por las diferentes interacciones que he tenido y que me llevan a reflexionar sobre lo que está sucediendo en mí y en mi entorno.
El domingo acompañé a mi familia al servicio religioso al que acuden cada semana, pues la iglesia cumplía 11 años de haber sido fundada aquí en Pachuca y sería Jaimito (un misionero que después de más de 11 años de vivir al cobijo de la Bella Airosa, ha sido reasignado, junto con su esposa, a Uruguay). Me encontré a una persona más humanizada (todavía más), a una persona más sensible, más serena en muchos sentidos. Nos enteramos que su misión en aquel sureño país es complicada y que a pesar de que él y su esposa son personas ya mayores, han debido aprender, sólo con dos maletas cada uno, a volver a comenzar la vida.
Hacía mucho tiempo que no escuchaba una prédica que me conmoviera y me hiciera sentido en cuanto a creencia religiosa... confieso que me tomó por sorpresa.
Jaimito nos regaló la magia de sus palabras diciendo cosas como:
  • "Dios es Dios."
  • "Él a veces llega temprano, pero llega a tiempo."
  • "Aunque no entiendo lo que pasó, confío en él."
  • "Estad quieto... Dios dice ¡ya!!... Mentes fuera de control y angustidas... estad quietas ¡ya!
  • "En Dios hallarás la paz que el mundo no da."
  • "Señor, mía es tu paz."
  • "Todos sufrimos y tenemos que admitirlo."
  • "¡Madúrate!"
  • "Reconocer cuando alguien ataca a mi espíritu."
  • "Actitud de gratitud, dar gracias."
  • "Decidir con voluntad."
  • "Empezar por una decisión."
  • "Dar gracias aun en la tristeza."
  • "La paz de Dios sobrepasa todo entendimiento y guardará nuestros corazones."
  • "No angustiarse, mejor dar gracias."
Yo se que quienes lean está lista, quizá piensen que es una serie de enunciados sin conexión, pero leídos y teniendo el contexto, muchas cosas toman sentido. Gracias Jaimito por la maravilla de tus palabras.
El lunes lo pasé en casa por una cuestión de salud, eso me dió oportunidad de escribir la entrada dedicada a mi abuelito y en ese andar por las palabras, rescatar del olvido tantas cosas que se habían mantenido guardadas en el fondo del baúl de los recuerdos.
El martes, día tan frío como esta tarde-noche, debí repensar en un montón de cosas y cuestionarme por otro montón más. ¡Estoy saturada de trabajo, muy cansada y poco focalizada!
El miércoles, ¡voló! y por la noche me decidí a mandar un mensaje que no me había permitido enviar. Es así que el jueves recibí una respuesta de aliento a la desazón que me invade a ratos por algo que debo resolver y no consigo hacerlo; también me encontré con una joven que no he conseguido comprender; sin embargo, me vi obligada a señalarle que no voy a permitir rabietas en mi clase. Retomé el curso que debía impartir el día de ayer y hoy, encontré que el tema resulta fascinante "asertividad y escucha" y seguí el día a día. El viernes fuí al IMSS... mal asunto ¡si algo detesto es tener que ir al Seguro! ¡lo detesto, me fastidia! y más cuando es para descubrir que por la incompentencia de alguien, debo realizar más papeleo y desde luego, regresar una vez más. Tuve la oportunidad de platicar con una de mis alumnas queridas después de una conversación previa, agradezco la oportunidad de haber podido escucharte. Corrí y corrí y volví a correr sin lograr llegar más allá de lo que tenía que hacer.
La tarde del viernes me presenté a impartir el curso mencionado y me re-encontré con muchas sensaciones, emociones que habían estado guardadas por mucho tiempo. El medio han sido mis profesores-alumnos. He encontrado que hay tantas personas a mi alrededor que se han olvidado de si mismas, ¡tanto! que basta explorar un poquito para encontrar un mundo de emociones contenidas. Hemos reído, hemos llorado, nos hemos -juntos- reconciliado con algunas de nuestras historias personales. ¡Cómo no dejar de agradecer a esas personas que se involucraron permitiendo que mi palabra las tocara! Volví a encontrarme con la insolencia de la soberbia ¡tanto! que decidí no hacer nada y dejar que las extrañas andanzas del tiempo pongan a dos personitas en su aquí y en su ahora.
Esta tarde hemos comido cuatro de los seis que integramos esta familia y ha sido agradable compartir con ellos el tiempo del alimento aunque siguen faltando Gus y Ceci...¡ya está por llegar diciembre! y eso significa que harán un alto en casa, eso me encanta.
David ha hecho la tarde con su sentido del humor que hoy brilló como hacía mucho no ocurría y Lucero ha llenado mis oídos con la música de su risa. Esta tarde ante tanto frío, David dejó salir a "su personalidad del frío", se ha subido la capucha de la sudadera y se ha enrollado la cabeza con una bufanda y ha comenzado a hablar con una voz mucho más baja que la suya y ha sostenido un diálogo conmigo que ha llamado a mucha risa.
En fin, no he temrinado hoy pero aquí me detengo.

¡Me encanta Dios!

lunes, 2 de noviembre de 2009

Un regalo para no perder la fe en la música y su capacidad de alegrarnos

Esta mañana mi querida amiga Ana María, me envió el enlace que adjunto. Disfrútenlo y no dejen de esbozar una sonrisa...



P.D. Me sigue encantando Dios...

Un abuelito en toda la extensión de la palabra... vivir para contarla

"La vida no es lo que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla."
Gabriel García Márquez

El pasado 28 de octubre se cumplieron 34 años de que mi amado Abuelito dejó de estar entre nosotros. Si me preguntasen cuáles son los mejores recuerdos que conservo de mi infancia, quizá sean aquellos relacionados con él.

David, me hizo un regalo, sin tener idea de cómo impactaría en mi corazón, en mis recuerdos -los más lejanos y los del último año. Logró que se colocara una ofrenda de día de muertos para ese querido y añorado Abuelito. Llenó mi corazón de ternura, de recuerdos y de bienestar por haber tenido la oportunidad de tener a una persona como él a mi lado, sobre todo, en los tiempos más difíciles.

¿Quién era mi Abuelito? Era un hombre de mirada lejana y triste; sin embargo, no tengo duda de que cuando su mirada se posaba en mí, esos ojos se alegraban y se llenaban de ternura. Mi abuelito es el referente, quizá más importante, de mi infancia más temprana. Mi abuelito son juegos de esos que ahora ya casi no se juegan con los niños; estar con él era jugar desde "riquirrán, riquirrán, los maderos de San Juan, piden pan, no les dan, se les atora un hueso..." hasta juegos mentales o los "barquitos chinos" o bien, hacía pequeños dibujos en la esquina de dos hojas de papel, generalmente era una muñequita (de palitos y bolitas) brincando la cuerda que cuando él movía rápidamente la hoja superior, ¡la muñequita, efectivamente saltaba la cuerda!

Otra cosa que era deliciosa, era poder llegar de Irapuato y que él me recibiera con su sonrisa tierna. Y que luego, por la mañana muy temprano, fuera a su habitación a acostarme a su lado y pasar horas viendo fotografías, escuchando un montón de historias relacionadas con su amada Hacienda de Santa Isabel. Era verlo salir vestido de charro, orgullosamente charro, todos los domingos. ¡Era espectacular verlo con su traje de gala y ese sarape que aun conservo y que a pesar de que lo llevaba sobrepuesto, era tal su porte ¡que nunca se caía!

Algunas veces lo acompañaba al pan, algo que recuerdo es que se cruzaba con personas que lo saludaban y él educadamente, tocaba su sombrero en señal de saludo y respeto. En la panadería siempre había aserrín en el piso, recuerdo que me gustaba hacer figuritas en él mientras mi Abuelito compraba el pan, del cual, nunca debían faltar los cocoles que después él degustarúa "sopeando" en su café con leche.

En otras ocasiones, el camino era más largo, era un paseo a La Alameda, el paso obligado, el Colegio de Minería y para mí, ¡esas horribles piedrotas que tanto miedo me daban! que ahora se que son restos de meteoritos y que no iban a salir mounstros detrás de ellas... ¡cómo me daban miedo... nunca lo dije y ahora ya adulta, pues yo sobrepaso la altura de mis "mounstros", no como entonces que era tan pequeña.

La Alameda con su pérgola, esa que mandó construir Porfirio Díaz, que se encontraba a un costado del Palacio de Bellas Artes, que en su planta baja, estaba repleta de libros e impregnada de olor a papel, que ya no existe, pero sigue siendo para mi, un espacio que falta ahora mas no en mis recuerdos. La Alameda con sus árboles añosos y sus fuentes, alrededor de las cuales, podía correr por un rato. La Alameda del Hemiciclo a Juárez, jugando trepada en los leonoes (a los que ahora apenas si dejan que la gente se acerque). La Alameda de helados de vainilla y globos de colores amarrados a mi muñeca. La Alameda con el sonido de la banda en el kiosco o todavía mejor, el sonido constante de los organillos.

Mi Abuelito también es uno de los referentes más importantes para mí de lo que era leer y leer en serio, escribir cada vez que había oportunidad, de lo que era tener una imaginación interminable, de caminatas por el Centro Histórico de la Cuidad de México. Mi Abuelito era el remanzo que siempre, en la vorágine de acontecimientos que yo no entendía y nadie se tomaba la molestia de explicarme, estaba ahí con un juego, una historia, una broma, una adivinanza. Mi abuelito eran las misas en la Concepción o San Felipe. Era saber que su sombrero y su barba ¡no se tocaban! Mi abuelito, me daba paz y quizá es el regalo más grande que él me entregó.

Cuando nací, él fue de las primeras personas que me cargaron y cobijaron; mi primera muñeca la recibí de él, justo el día que nací "La Martita" (todavía está guardada en algún lugar de mi closet). De él recibí aprender del respeto a los mayores, del significado de la buena educación. De él, no tengo duda, viene el amor a la historia, a NUESTRA historia; de él viene el amor a escribir aunque jamás seré tan prolífica como él. De mi Abuelito viene el amor a la charrería aunque nunca la practiqué; de él viene el amor a NUESTRAS tradiciones. El amor a la Hacienda de Santa Isabel, la cual conozco a través de algunas viejas fotografías y la maravillosa visión que mi Abuelito dibujó en mi mente.

Fue poco el tiempo que pude compartir con él pues partió pronto; sin embargo, bastó para que viva en mi corazón de manera permanente. Sus libros, mi colección de adivinanzas recopiladas por él de su puño y letra, sus dibujos que "vivían" en muchas partes del departamento donde habitaban mis abuelos y que también algún tiempo fue mi hogar. En ese poco tiempo, aprendí (sin saberlo entonces) que no importa cuán desgraciada se pueda una sentir, siempre habrá alguien que te cobije en sus brazos y te comparta su amor.

Mi Abuelito siempre añorado, siempre amado... hoy lo recuerdo llena de amor, de ternura. Sabiendo que los años han atenuado los defectos que hubieran podido existir en él... pero ¡no! ahora y hace más de 34 años, él vive en mis recuerdos y en mi corazón de la misma forma: con amor, con nostalgia, con la mirada brillante porque la vida me dio el regalo de su presencia en mi infancia.

  • Gracias por tu amor.
  • Gracias por las historias.
  • Gracias por los juegos.
  • Gracias por enseñarme a amar este México.
  • Gracias por mostrarme cómo se vive una tradición.
  • Gracias por la charrería.
  • Gracias por las adivinanzas.
  • Gracias por los helados.
  • Gracias por cobijarme en tu regazo desde que nací.
  • Gracias por los libros.
  • Gracias por tu vida.
  • Gracias por ser parte de mi vida a pesar de los años transcurridos.
  • Gracias por la certidumbre de tu amor.

... Yo se, que pasara lo que pasara, NUNCA me hubieras abandonado. Que seguramente me hubieras seguido cobijando entre tus brazos sin importar mis equivocaciones. Que hubieras respetado mi elección de ser académica, mi elección de familia y que hubieras sido un espléndido bisabuelo... que lo eres porque mis hijos han aprendido a amarte y respetarte y admirarte a través de mi. Gracias por seguir viviendo en mí.

Tu nieta que sabe que estás vivo por el regalo de tu vida.
P.D. ¡Gracias David y a tu equipo! Gracias mi amor.