sábado, 4 de diciembre de 2010

D.A.

¿De qué tamaño es la honestidad? ¿Tanto como los demás no se den cuenta? ¿Qué es lo que te trajo aquí, saber hacer algo o una mentira? NO ROTUNDO A LA DESHONESTIDAD ACADÉMICA. CERO TOLERANCIA A PRÁCTICAS DESHONESTAS.

viernes, 19 de noviembre de 2010

La punta del iceberg

Esperanza
Esta tarde acompañé a una de mis amigas a hacer una visita al oftalmólogo porque su pequeño tiene una pequeña infección... la cita era a las 12:40, entramos a las 13:10 y a las 13:25 no más, ya estábamos fuera, con el niño revisado, recetado y vuelto a citar en 30 días para verificar que el problema se hubiera erradicado. Por la consulta: $500.00, incluido, desde luego, el tiempo de espera. Esa amiga, hija de médicos, vivió circuntancias terribles en su primer embarazo... gracias a la falta de criterio de un renombrado médico de la ciudad donde vivimos.
Mientras esperábamos, comentábamos acerca de médicos a quienes podríamos apostarles por que los percibimos serios, pero que no lo hacemos porque la espera previa a llegar a la cita puede ser hasta de más de dos horas. ¿Respeto? ¿Consideración? ¿Conciencia de que los demás también trabajan?
Puedo entender que un médico ha debido y debe prepararse. Que pasa por pruebas muy duras desde que está viviendo su proceso de formación. Que deban atender urgencias. Que tengan un enorme desgaste por el ritmo que algunos de ellos tienen por la misma profesión.
No comprendo, ni acepto, que pongan condiciones absurdas como irse a apuntar el día de la cita, a pesar de tenerla, para garantizar que serás atendido. Que se deban hacer antesalas eternas para que a la hora de llega el turno de ser atendido, con trabajos te voltéen a ver y en menos de diez minutos ya haya un diagnóstico y hasta la medicación. Que dispongan de manera indecorosa y poco respetuosa del tiempo de los pacientes. Enfermos que en nombre de ser atendidos, "no puedan" decir al médico que es ofensiva y denigrante su impuntualidad.
Definitivamente, no lo generalizo, hay médicos que se saben los depositarios de una profesión maravillosa que, desde mi punto de vista, implica poseer dones que los demás no tenemos. Significa asumir riesgos y consecuencias que pueden ser cuestión de vida. Hay médicos cuidadosos de su tiempo y del de los demás. Hay médicos que quizá prefieren ver seis pacientes, bien vistos, que quince medio vistos... El resultado, en pesos, es obvio. El respeto para unos y el enojo y la impotencia para otros, es evidente que no resulta del todo claro para este tipo de "profesionistas". Hay médicos que llevan agendas que les ayudan a ser respetuosos de los demás y no una lista enooorme de citas por cobrar.
Si a esta situación que podría ser la punta del iceberg, le sumamos, poco profesionalismo, falta de seriedad en su trabajo, la cosa se agrava. Pienso en ese médico que atiende de una manera en una institución como el IMSS o el ISSSTE y de otra, cuando se llega a su consultorio privado. Hay algunos que se brindan por igual.
Recuerdo cómo hace ya muchos años, fui internada por una migraña aguda. Cuando solicité que me transfirieran al centro de especialidades, terminé hablando con el Director de la clínica donde me habían atendido. Después de mucho discutir, conseguí el pase, no sin antes escuchar de este individuo que mi problema era una migraña y que nunca se me iba a quitar pero que con tal de dejar de molestar, me "otorgaba" el pase.
Fue un largo camino que comenzó en 1985 y se prolongó por poco más de dos años. Después de lograr un espacio en la clínica de especialidades, pasé por al menos cinco neurólogos, antes de que una doctora preguntara si tenía algo más que comentar y, al responderle que sí, me solicitó que me sentara de nuevo, ampliando su interrogatorio. Primero me dijo que me transferiría a  ginecología, luego, me pidió que esperara y salió por un médico que me dijeron era un endocrinólogo, quien escuchó mi historial, me invitó a pasar a su consultorio, me dio un paquete de exámenes y me anunció que iniciaría un periodo de pruebas para determinar si no había un tumor en mi tiroides... Entre la atención que se brindó cuando fui hospitalizada hasta que llegué con del Doctor que finalmente me miró como persona, pasó un tiempo valiosísimo, tiempo en que mi salud se deterioró, además de implicar un sinfin de consecuencias que hasta la fecha se hacen presentes si no me cuido.
Después de ser detectado mi problema, pasé un periodo de al menos otros dos años, un poco más, para que el Doctor lograra estabilizarme. Me dijo, que era afortunada por que no había tumor y que tardar un poco más me podría haber costado la vida. Me dijo, que debía ser paciente con el tratamiento y que al paso del tiempo estaría bien.
Tengo la convicción de que este Doctor (con mayúscula) entiende que además de tener una profesión difícil y  maravillosa a la vez, tiene un don. Creo que, comprendiendo y asumiendo ésto, se puede llegar a ser un verdadero sanador.
Como yo, no tengo duda de que la mayoría tenemos, al menos, una historia que contar.
¿Dónde quedan el sentido del respeto y de la comprensión? ¿Dónde queda la posibilidad de verse en el espejo del otro? Se que la medicina exige un entrenamiento mental y físico que ayuden a salir adelante ante las tremendas situaciones que un médico debe enfrentar, ¿esa es razón suficiente para deshumanizarse, para mirar a la distancia, para abusar del tiempo y la paciencia de los demás, para ser irrespetuosos, descuidados y poco serios?
Tengo un hijo que estudia medicina, varias veces hemos conversado de lo difícil que se le hace sobrellevar su interacción con otros compañeros en los hospitales, especialemente cuando observa la forma poco seria y descuidada con la que tratan a una parturienta, a un enfermo terminal, a quien se les atraviese en el camino. Hoy recordando y reflexionando, doy gracias por que mi hijo no es así, oro porque no pierda su sentido de ser al haber elegido ser médico, que no se olvide de que frente a él, en toda circunstancia, por cansado y fastidiado que esté, hay una persona que sufre, que siente ansiedad, temor, desconcierto, soledad, entre otros sentimientos, sin contar el dolor o malestar que le pueda aquejar.
Hay pacientes difíciles, definitivamente, pero eso no le da derecho a nadie de tratarlo como si fuera un objeto, dejando de lado su dignidad humana.

Cito la versión moderna del Juramento Hipocrático:

Declaración de Ginebra.
(Adoptada por la W.M.A. en su Asamblea General de 1948; revisada en 1968)

"En el momento de ser admitido como miembro de la profesión médica, prometo solemnemente consagrar mi vida al servicio de la humanidad; mostraré a mis maestros el respeto y la gratitud que le son debidos; practicaré mi profesión con conciencia y dignidad; la salud de los pacientes será mi primer objetivo; respetaré los secretos que se me confíen aun después de morir el paciente; mantendré por todos los medios a mi alcance el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica; mis colegas serán mis hermanos; no permitiré que consideraciones de religión, nacionalidad, raza, partido político o nivel social se interpongan entre mi deber y mis pacientes; mantendré el máximo respeto por la vida humana desde el momento de la concepción; incluso bajo amenaza, no usaré mis conocimientos médicos encontra de las leyes de humanidad. Hago estas promesas de modo solemne, libremente y por mi honor."


¿En dónde termina el respeto por los demás, en todos los sentidos? ¿Desde cuándo alguien que se diga médico, no importa su especialidad, se olvidó que no es el dinero lo que rige su existencia, sino la inmensa responsabilidad de la vida? ¿En qué momento se olvidaron de la inmensa dignidad que conlleva la profesión de la medicina? ¿En dónde les dijeron a esos que cobran por hacerle al cuento que la medicina se ejerce como si la salud y la paz que pueden dar a un enfermo (de ese tamaño es su poder) a cambio de mostrarse como si estuvieran más allá del bien y del mal? ¿Cuándo le dijeron a un médico que era una "vaca sagrada" y se la creyó? ¿En dónde les dijeron que como es una profesión tan difícil, entonces hay que cobrar hasta sangrar al paciente? ¿En dónde aprendieron de ética y de moral? ¿Quién les enseñó que la medicina es primero negocio y luego lo demás? ¿Quién les dijo que son más por ser médicos? ¿Quién les dijo que con sus coches lujosos, su ropa de marca, sus lociones, sus corbatas y vestidos caros son "más humanos"?

En contraparte, hay personas, médicos reconocidos y respetados por el reconocimiento y el respeto que ellos mismos (valga la redundancia), en todas las esferas de su vida, son capaces de manifestar. Lo privado y lo público, no tienen porqué estar peleados. No es justificación suficiente decir que como es tan dura esta profesión, entonces se vale actuar sin cuidado, sin pasión, sin amor a la vida, a la humanidad. Mi respeto y gratitud por esas personas que eligen la medicina como una vocación cuyo fin es el servicio y que la hacer su elección, se comprometen. Mi respeto y admiración por el médico que se compromete desde diferentes trincheras, desde una ranchería hasta una zona de desastre, una zona de guerra. Mi respeto y admiración a ese médico anónimo que anima a un paciente en una cama de hospital público, que es capaz de decir buenos días, buenas tardes, gracias. Mi respeto y admiración a ese médico cuya mirada es clara y su saludo franco. Mi respeto y reconocimiento por ese médico que en todo momento tiene presente que es una persona y mira personas a su alrededor.

viernes, 3 de septiembre de 2010

La Mora

La Lucerito y La Mora

Seguro que si has tenido un perro desde pequeñito y se quedó contigo, sabes de qué hablo. ¿Cómo un ser tan pequeñito puede ocupar un espacio tan grande en el corazón de un hogar? La Mora podría responderlo porque casi sin sentir, es dueña de nuestro cariño. Después de haber destrozado una parte de mis plantas, de ser juguetona a más no poder, de tener una vocación de roedor, especialmente con una caja que tengo llena de papeles, de entrar con frecuencia con un arete en el ocico (arete de planta), de cada vez menos, pero de orinarse y hacer popó en algunas partes de la casa (hasta eso que es selectiva), de creer que los listones se hicieron para su diversión y justo en este momento de haber tomado por asalto el espacio de mi computadora (tiene una para sobre el tablero mientras intento escribir, pues La Mora, es La Mora en este hogar. Tiene unos ojos como moras, de ahí su nombre. Nos recibe con un júbilo impresionante. Brincando de felicidad y moviendo la cola a una velocidad impresionante. En todo momento es agradecida. Es cariñosa. Es encimosa y alegre. Esta tarde que es "tiempo de calidad conmigo misma", La Mora se hace presente, en silencio, dormida en mi regazo. Por años me resistí a tener un perro. Fué algo así como una lucha encarnizada con la familia. Puse condiciones como lograr que todos tuvieran sus cosas recogidas, que fueran capaces de ayudar a que mis plantas se mantuvieran sanas y vivas. Declaré que aceptaría un snauzer porque me gustan mucho y porque era un hecho que a menos que nos fuera obsequiado, yo no invertiría su costo, por no tener los recursos y porque creo que los animalitos domésticos deben llegar a hogares donde serán como un miembro más de la familia.
Llegó a casa el 4 de julio, mañana cumple dos meses con nosotros y han transcurrido casi sin sentir. Como familia nos ha acercado, nos ha llevado a compartir tiempo y cosas que con el paso del tiempo habíamos ido dejando de lado. A todos nos regala la posibilidad de mínimo una sonrisa.
La Mora tiene personalidad, no se le da lo de la caminada en la calle, sale al pasto y en cuanto llega al pavimento, se echa y no se mueve. La primera vez que salimos, intentamos animarla con un trozo de esos palitos que tienen sabor a pollo y que le fascinan, cuando descubrió que lo usábamos para que lo siguiera y se moviera, se plantó en el suelo y selló (casi literalmente) su ocico... y así estuvo, en dignidad por un buen rato. Se resiste al collar y más a la pechera. Le estamos dando su tiempo para que logre caminar a nuestro lado. Ya ha ido al bosque y dicen papá y los hijos que corrió feliz y libre.
Llegar y encontrarla es muy agradable, jugar con ella, también. Disfruto verla dormida en la panza de David, en el regazo de Lucerito, a un lado de su "pabuelo" (casi nunca la carga). Ceci ha tenido oportunidad de disfrutarla apenas pero cuando viene, también se incorpora a esta dinámica familiar. Gus, creo que le tiene cariño a La Mora por lo que los hermanos le platican y le comparten.
Mora, Mora, bienvenida a tus tres meses de vida y a dos meses en esta tu casa.

¡Qué maravilla la maravilla!

viernes, 20 de agosto de 2010

La mandarina


Había una vez una mandarina joven que tenía el mundo a sus pies. La mandarina era afable, correcta, con un sentido del humor muy particular que permitía pasar con ella mucho tiempo riendo, trabajando, haciendo comentarios inteligentes y capaz de dejar un buen sabor de boca de quien llegaba a compartir su tiempo con ella.
La mandarina fue creciendo, se fue desarrollando; pero un buen día, algo sucedió y como dicen los rancheros, se quedó pasmada... Tanto se pasmó, que se olvidó de vivir la vida de una mandarina digna, íntegra, respetuosa de su entorno, respetuosa de las demás mandarinas y de tooooodas las frutas que eran diferentes a ella... Tanto se pasmó que perdió la dimensión de recordar que las mandarinas bien nacidas, se cuidan de ser arrogantes, presumidas, clasistas, misóginas (aunque sea mandarina) y sobre todo, se cuidan de ser rebasadas por la insolencia que poco a poco le ha invadido.
La pobre mandarina, llegó a creerse la historia de que era la mejor mandarina del mundo, se olvidó de que era una mandarina bien nacida (esa era una de las cosas más importantes), se olvidó de que esencia de un fruto está en su aroma perfumado y refinado. Llegó a creerse tanto que era única que pasó por alto la educación, los principios básicos para una buena convivencia, la "mandarinosidad" (aplica a mandarinas niñas y mandarinas niños). La pobre mandarina se olvidó de vivir. La pobre mandarina, cada vez más en su hinchazón (porque para esas alturas ya no era grande, sólo estaba inflada) arrasó con lo bueno que había a su alrededor, se creyó la historia de que podía rodar y atropellar a cualquiera. Se contó la historia de que humillando y abusando de mandarinas -aparentemente- menos fuertes, ella sería más grande, más fuerte, más poderosa. Tanto olvidó su esencia de mandarina, que llegó el momento en que sus jugosos gajos se convirtieron en gajos amargos, tan amargos que producían asco. Esos gajos que alguna vez le dieron una forma espléndida, un color maravilloso, se fueron transformando en gajos duros, secos, deformes; su color, cada vez fue siendo más y más opaco y conforme esto sucedía, cada vez menos mandarinas y demás frutos que le rodeaban, fueron dejando de apreciarla; la fueron evitando, le fueron volviendo la espalda. La "valiente" mandarina siguió inflándose e inflándose olvidando que algún día sólo tendría un aire putrefacto que al reventar sólo dejaría un pálido y deforme recuerdo de la vida plena que alguna vez tuvo.
Ese día, la mandarina descubrirá que mandarina valiente es, hasta que la mandarina cobarde quiere. Que para ser una "tojol" (verdadera) mandarina se trabaja cada día para serlo, porque ya arrancada de su rama, separada de su norte, ya no será nada y si acaso algo le quedara, es posible que ni una sola de las mandarinas parte del mismo canasto donde estuvo cobijada, quieran estar con ella y  seguir a su lado (es obvio que no querrán compartir un canasto donde pueden correr el riesgo de contaminarse). En todo caso, estarán buscando nuevos derroteros, nuevos canastos donde habitar y coexistir. Teniendo, a través de sus pequeñas semillas, nuevas y hermosas y coloridas y olorosas mandarinas. Mandarinas, fuertes, grandes, humildes, sencillas todas, dispuestas a vivir una vida justa y equilibrada, todas dispuestas a vivir una vida digna e íntegra.
Y... Colorín colorado, esta mandarina se ha acabado.

domingo, 27 de junio de 2010

Y un buen día...

Y un buen día, entendimos que trabajar por el bien común, es la opción. Y un buen día, comprendimos que la búsqueda de un mundo más justo, es una alternativa viable. Y un día, reafirmamos nuestras convicciones y no bajamos la cabeza. Pienso que muchas personas se encuentran ya en ese punto. Cierta estoy de que ya no dependemos del éxito de otros para hacer lo que nos toca a cada uno de nosotros. No tengo dudas de que México está cambiando. A pesar de su pobreza, de la violenca (dejada un poco de lado gracias al futbol), a pesar de campañas que han destilado suciedad.
Terminada la esperanza de una siguiente ronda en el Mundial, ahora volvemos la mirada a lo que sigue: las elecciones del próximo 4 de julio. Ojalá que quienes ganen, lo hagan en buena lid, es lo menos que merecemos como mexicanos, es lo menos que esperamos que suceda. Todos los que somos parte de "Y un buen día..." deseamos y trabajamos por un mejor lugar donde habitoar. Por un mejor mundo, un mejor país, un mejor estado, un mejor municipio, una mejor colonia.
Tengo un reto, ¿qué tal si observamos nuestro entorno y como escibió un día Denise Dresser, salimos a limpiar calles y jardines, rehabilitamos algún espacio que ayude a que sea más digno. Enderazamos los árboles de nuestros boulevares y avenidas? Necesitamos voluntad, unas dos horas, bolsas, palos, mecates. Y luego, tomamos fotografías y le hacemos saber a nuestros gobernantes y administradores, que ya hicimos algo que a ellos les corresponde. ¿Qué tal si acudimos con nuestro jefe de manzana, nuestro representante de colonia, nuestro presidente municipal, nuestro diputado local y les pedimos que se unan a esta labor que es responsabilidad de distintas áreas de gobierno pues trabajamos y pagamos impuestos... A lo mejor ya se les olvidó que esa es su tarea, pero en lugar de estar echando mugre por la boca, vamos a movernos.
Y un día, por pequeñas acciones ciudadanas, conseguiremos que a quienes corresponda, se pongan a hacer las cosas. Y un día, puede suceder, que tengamos una ciudad que se sienta orgullosa de ser. Y un día aprendimos que podemos ser mejores personas, siendo mejores ciudadanos.

Pensando, pensando... observando, observando... ¡Vamos México!

Para quienes creen y se aseguran
de estar haciendo lo que tienen que hacer
como personas y como ciudadanas.
Para los que a pesar de todo, no temen
definir su postura, asumiendo
responsabilidades y consecuencias como
un mero acto de congruencia.

No deja de ser impresionante todo lo que se dice, se escucha y se escribe alrededor del futbol más que del proceso electoral que estamos por vivir.
Del futbol, qué decir, es lo de ahora, lo de hoy. El partido México-Argentina es el próximo destino que hay que vivir en toda su intensidad. Las especulaciones, el escarnio, las ofensas, la falta de confianza frente a apostarle en serio a lo que viene, a una actitud positiva y de esperanza, de cara a que lo que vendrá será positivo... también es lo de hoy... el próximo domingo tendremos elecciones en el Estado de Hidalgo.

Política y futbol
¿Qué será más difícil de sobrellevar? La invasión casi total de los medios con asuntos futboleros o la invasión en todas partes de la presencia política (¿se le podrá llamar así?). ¿Qué será más complicado? ¿Querer confiar cuando como ciudadanos mexicanos no terminamos de hacer lo que a todos y cada uno de nosotros nos toca desde cuidar nuestro entorno, saber tratar a las personas sin importar sus posturas o credos, pagar impuestos, respetar las reglas de tránsito, hacer nuestro trabajo bien y a la primera no dejando para después una gran cantidad de cosas? O, ¿escuchar a la gente queriendo imponer sus posturas políticas, peleando en los semáforos espacios que desde hace tiempo ya tenemos definidos? ¿Leer en la red, que si defines una postura cualquiera, CUALQUIERA, se siente con el derecho de escupir porquería a la luz del anonimato cuyo perfil no dice realmente nada? ¿Correr el riesgo de una agresión si te atreves a colocar una calcomanía del candidato al que apoyas?

Basta con navegar un poco la red para encontrar cosas como las siguientes:
DENUNCIA XÓCHITL GÁLVEZ, NEXOS DEL PRI CON ALFREDO SAN ROMÁN PRÓFUGO DE LA JUSTICIA  denunciado por XG
BLOQUEO ENTREVISTA DE CANAL 3 A XÓCHITL GÁLVEZ denunciado por XG
Xochitl Galvez YA SE VA!!!!! POR FIN!!!! firmado con un pseudónimo ... Sr. Anónimo, ¿cuál es su aportación para Hidalgo, para México, para esta patria llamada Tierra.
En cambio, con NOMBRE y APELLIDO, Granados Chapa opina sobre Xóchitl y la Coalición Hidalgo Nos Une.

Buscando en la red, también encuentro innumerables ataques al otro candidato... En algunos-muchos casos también campea el anonimato. En otros, son medios que respaldan las imágenes que presentan. Ni unos ni otros son santos. Entoces, ¿qué nos queda? TOMAR DECISIONES SERIAS. NO PERMITIR LA MANIPULACIÓN. NO DEJARSE IR POR EL ESPEJISMO DE "SI QUEDA MI COMPADRE, MI AMIGO(A), MI VECINO... A MÍ ME IRÁ BIEN" (como ¿por qué?).

Ni Gálvez, ni Olvera salen bien librados en estas campañas de desprestigio, la mayoría con pobres fundamentos. Por otro lado, vale la pena leer los comentarios posteados, ahí es donde se puede aplicar el termómetro de lo que piensan y sienten muchos hidalguenses, muchos ciudadanos mexicanos que trabajan de manera honesta y responsable, que tienen familias a las que buscan formar en valores y lograr que sean personas plenas e íntegras. Eso sí, hay que sobrevivir a una serie de entradas con comentarios surgidos de la ignorancia y de la falta de análisis.

En mi exploración por el ciberespacio, me encuentro una presentación de la cual rescato la imagen que anexo (lamento que le falten acentos, que los signos de admiración no estén bien aplicados):


Creo que entre tantas cosas que se dicen y se hacen, lo más importante es votar, ejercer este derecho ciudadando y además hacerlo con plena seguridad de la elección que estamos haciendo. Es cumplir con la obligación que conlleva ser ciudadano mexicano. Es cumplirle a México. Es cumplirse a uno mismo y a quienes nos rodean.
El voto es secreto e intransferible... ES UNA DECISIÓN PERSONAL. Como he dicho siempre, que gane quien sea la mejor opción para que el Estado de Hidalgo salga del rezago educativo, disminuya la marginación, logre personas REALMENTE educadas, deje de ser uno de los estados con mayor índice de contaminación, el quinto estado de abajo para arriba en el Índice de Desarrollo Humano. Para que Hidalgo dignifique a las etnias indígenas que lo habitan con su ancestral sabiduría y tradición. Para que Hidalgo rompa con viejos paradigmas que lo han hecho permanecer sumido en una serie de desigualdades inexplicables.
Me entristece saber que la gente da su voto por una cubeta y ni siquiera lo hace por "maldad", sencillamente, la cubeta permite transportar agua del depósito más próximo, al hogar. Me duele saber que la gente está dispuesta a participar en un mitin porque así sale de paseo a Pachuca-capital además de recibir una playera (de mala calidad por cierto) y una torta, un jugo y una fruta. Me pesa saber que en ciertas instancias, "trabajar" es llenar cajas de despensa para "regalar"; es TENER que ir a "trabajar" entregando propaganda. Me indigna que los jóvenes sean utilizados como agitadores en lugar de que estén estudiando, o aportando ideas y estrategias para mejorar el destino de su estado.
Tristemente, donde quiera que vaya a haber procesos electorales en el país, la dinámica infame se repite... y jugamos al juego que unos cuantos quieren.

De frente al próximo encuentro de Futbol México vs Argentina
Reflexionando en lo anterior, no puedo más que pensar que estamos complicados, además de que mis ideas, mi mente y mi corazón se dividen.
Con fervor de mexicana por adscripción y de corazón, deseo que gane la Selección Mexicana. Realmente lo deseo. Por otro lado, pienso que la Selección, está obligada a ganar pues es mucho lo que se invierte en ella. Es mucho tiempo el que se le dedica. Son muchos recursos horas hombre, dinero, educación, etcétera que se dan a la Selección Mexicana. Lo lógico es esperar el 100% de capacidad de respuesta, de éxito. No debería ser negociable ni imaginable que pierda una y otra vez. Veo que tienen un DT excelente, trabajador, derecho en sus posturas, exigente, con altos estándares de desempeño que hoy, después de haber sido EL personaje después del paso de Sven como entrenador, cualquiera lo llama inepto, tonto, "asco" por "vasco", etcétera.
P E R O... si nos ponemos de frente a los procesos electorales, a nuestro día a día, a nuestro actuar, a nuestras palabras, a nuestros pensamientos, la cosa se pone fea. Somos los mexicanos que exigimos resultados y, ¿los nuestros como personas y como ciudadanos? Somos los mexicanos listos para violar reglas "por que para eso se hicieron", somos los mexicandos "que si no tranzan, no avanzan", somos los mexicanos que esperamos de la Virgencita de Guadalupe y  Diosito nos resuelvan la vida. Somos los mexicanos que nos olvidamos que estamos formando a otros mexicanos y nos damos el lujo de ensuciar, tirar, ofender, contaminar, chismear, desprestigiar, lastimar... Somos los mexicanos que México no necesita.
Escribo "somos" por que quien más quien menos, no terminamos de hacer lo suficiente para dejar de quejarnos y actuar en pro de lo que más conviene a este México que a veces parece irremediablemente enfermo de muerte.
Amo a mi país, amo a sus personas trabajadoras, amo a quienes son capaces de decir "la regué pero no volverá a suceder", amo a sus artistas, amo a sus escritores, amo a sus lectores, amo a los jóvenes porque pueden, junto con nosotros, hacer la diferencia. Amo tantas cosas de mi México y me duelen muchas más.
Deseo con todo mi corazón que la Selección Mexicana llegue lejos en este Mundial y que sea capaz de mantenerse. Deseo que las elecciones en mi estado sean limpias, donde gane el mejor para liderar un proyecto de vida digna.
¿Qué deseamos y que estamos dispuestos a hacer?

P.D. Que Dios nos bendiga a todos.

martes, 22 de junio de 2010

¡México! ¡México! ¡México!... Mil razones para no perder la razón

22 de junio 2010. Un día muy esperado para la Selección Mexicana de Fútbol y, por supuesto ¡para los mexicanos! incluidos los patrioteros, los mexicaneros, los malasangre que sólo esperan a que los resultados sean poco favorables para seguir teniendo, por hoy, más razones para seguirse quejando, ni más ni menos...
Estoy en un aula. Tomando un curso sobre transversalidad ciudadana. Hace un mes fue sobre transversalidad ética. Alguien expone al frente. -La Selección marchando con nuestra amada bandera. (8:54 horas tiempo de México.
Se observa que no estamos todos los que somos y, de los que somos, no podría decir cuántos comienzan a seguir la transmisión desde sus computadoras. ¡Bendita tecnología! Te acerca a Sudáfrica y te aleja de aquí. Menudo dilema. Interesante, muy interesante.
Pregunta de este instante... ¿Qué van a hacer mis compañeros cuando México meta gol? ... Si esto ocurre en el primer tiempo... ¿Qué van a hacer...? A varios se les cayó la señal y creo que están al borde del desmayo... Por cierto, hoy entramos media hora antes para poder ver el segundo tiempo (9:07). Vuelvo a la idea. ¿Cómo van a hacer para quedarse con cara de NO-PA-SA-NA-DA...?
La meta de muchos es que sean las diez de la mañana para poder ver abiertamente el partido.
(Aprox. 9:45) Primer gol. Lo mete Uruguay. Vamos México, vamos, si se puede, todo México puede y no sólo con buena voluntad y con el cobijo de la Virgencita de Guadalupe. Vamos Selección, claro que puedes porque el alma de los mexicanos con espíritu positivo te está apoyando, te está mandando buena vibra, por que pase lo que pase no dejamos de estar contigo. ¡Vamos México, empodérate! ¡Vamos México, vamos Selección, ¡claro que puedes!
El curso sigue y pocos ponen atención, cada vez se observa más nerviosismo. El curso avanza con el tema "Community patner preparation for civic engagement work..." nos están mostrando formas de acción para este tipo de trabajo.
Está siendo un curso interesante, hay convicción, hay ganas de transmitir experiencia. Aun así me sigo quedando con Galo Bilbao (Transversalidad Ética). Me inquieta escuchar que "hay que convencer al profesor", "venderles la idea", "convencerlos..." ¿Qué este asunto de la ciudadanía no es un asunto de todos? ¿No se supone que todos, si no tenemos idea de cómo educar y formar para la ciudadanía -objetivo muy profundo y ambicioso si escuchamos el lenguaje y lo que refleja-, deberíamos estar buscando las formas por convicción, porque amo a mi familia, porque amo el lugar a donde pertenezco, porque amo a México?
Si entiendo bien, entonces, debo asumir que este asunto de la ciudadanía en la universidad es una cuestión  de... ¿voluntariado? Me queda claro que es de voluntad. De compromiso. De responsabilidad. De pasión. NO ES UNA CUESTIÓN DE VOLUNTARIADO. No, no, no. Es una cuestión de CONSTRUIR, DE COMPROMETERSE. DE AMAR PROFUNDAMENTE ESTA TIERRA QUE ES LA PATRIA DE TODOS Y DE ESTE MÉXICO, para quienes hemos nacido aquí, para quienes son mexicanos de corazón.
La CIUDADANÍA es asunto de todos. La CIUDADANÍA es de todos. Soy ciudadana mexicana desde que nací. Soy ciudanana mexicana por adscripción. Soy ciudadana mexicana por pasión a este país con sus enormes blancos y sus terribles negros y todas las gamas contenidas entre la claridad y la oscuridad. Soy ciudadana mexicana en las buenas y en las malas.
10:13, receso...largo receso para ver el México-Uruguay. A las 12:00 se vuelve a modificar el programa pues muchos de las participantes irán al Auditorio Luis Elizondo a encontrarse con el Dr. Rangel. Aquí seguiremos aprovechando el tiempo con el instructor. Curso un poco accidentado en este andar.
Yo creo que voy a ir a caminar. Yo creo que buscaré cómo aprovechar el tiempo. Me gusta el fútbol pero creo que de lejos. Me pone nerviosa. Muy nerviosa. ¿Será que al final del día no se apoyar a mi equipo? Pienso que sí. No dejo de creer en México. No dejo de creer en la Selección, PASE LO QUE PASE. Si espero que consigan estar a la altura de la circunstancias, a la altura de México y todo lo que los mexicanos dan para la Selección, lo que no dan en cambio en equipos de trabajo, en actitudes, en cuidados, en amor de calidad al país. Toda esa calidad pareciera que se vuelca en el fut y, es válido. Veo que están luchando. Veo que pueden ganar. Deben poder así como podemos en momentos difíciles. ¡Vamos México!
México llora a "Monsi" como le llama la Poniatowska. México le llora a Saramago... hasta para partir hay que saber irse con la calma de otras preocupaciones. Monsiváis, Saramago opacados MOMENTÁNEAMENTE por la Selección... ojalá que esa opacidad sirva para que los mexicanos abramos caminos, comenzando por lo que debe pasar el día de hoy, esta mañana y que se resiste.
Ante la pantalla, todos juegan. Ante la pantalla, todos dirigen. Ante la pantalla, los jugadores son tontos, idiotas, inútiles, etcétera... Todos son "técnicos".
Voy a Gandhi... regreso "al ratito".
Gandhi ¡ma-ra-vi-llo-so! no había gente. Pantalla plana, viendo libros y escuchando el fut. Camino a la librería no pude dejar de admirar la capacidad de mi país para la unidad cuando hay un partido trascendental como el de hoy. En todo lugar donde había una pantalla ¡y vaya que había! había personas siguiendo los pasos de la Selección! Fue agradable caminar  a lo largo del Campus, todo en calma, todo en silencio, los cu-cu-cu y bu-bu-bu de entre los árboles se podían apreciar con intensidad. ¡No se escuchaba ni el tráfico... seguro que no lo había! México estaba sosteniendo el aire... ¿Qué tal? ¿Qué tal si sostuviéramos así el aire para hacer que este maravilloso país se mueva y pueda cambiar a profundidad el montón de cosas que le duelen?
Hoy le duele a México que la Selección no haya ganado. ¿Ya comenzaron los venenenosos a decir que "no se podía esperar otra cosa"? ¿Ya tiramos la toalla? Esto no se acaba hasta que se acaba y no ha terminado. Vamos México, vamos selección... ¡A trabajar y a hacer lo que nos toca a todos y cada uno de nosotros!

P.D. Preguntas: ¿Tienes claro que te mereces? ¿Cómo aportas a tener un mejor México y un mejor mundo? ¿cómo quieres vivir tu vida en comunidad? ¿eres mexicano o mexicanero?

P.D. 2 Al fin me pude sentar unos momentos a darle una pulida al texto, pues diferencia de otros, este lo escribí y lo subí al blog... (cual alumno descuidado que no verifica que las cosas hayan quedado a punto antes de entrega) Me disculpo por eso.

domingo, 6 de junio de 2010

Pareciera... sólo eso: pareciera. La tristeza fue el pretexto.

"El bien tiene que se inmensamente grande y el mal, inmensamente pequeño." (G. Bilbao)
Pareciera que una condición necesaria para ponerme a escribir es sentir un cierto grado de tristeza, no lo comprendo, si releo mis notas del tiempo que llevo haciendo este blog, encuentro que hay escritos alegres, chistosos, tristes y hoy, frente a mi pantalla me encuentro con que hace semanas quiero realizar una entrada y las palabras no me han salido, sólo hoy que de alguna manera me siento triste, chipil (linda palabra de origen prehispánico -recién aprendido).
Han pasado días muy intensos y en medio de todo, muchas veces he pensado, "debo escribirlo", una o dos veces me senté frente a la pantalla y concreté algunas líneas que luego borré.
Hoy me doy cuenta que cuando pienso en los hijos, pienso en cuatro, no en dos y dos. Eso me da fuerza y a la vez tristeza pues no se (no lo puedo exigir) si el sentimiento es recíproco. Casi estoy cierta de que no es así. Cuando pienso en familia nuclear, no pienso en mi 50%, sino en el 100%. Tampoco tengo la certeza de que así sea del otro lado (al menos no todo el tiempo). Cuando hago planes, los pienso en función de todos, no en la mitad. Creo que del otro lado de la puerta no ocurre así. Sólo creo, aunque hay circunstancias que me llevan a pensarlo así.
Hoy pensé en Gus como mi hijo y no puedo dejar de hacerlo así... Ya no. Pensé en Ceci y se que tampoco la puedo separar de mi ser de mamá. Ni que decir de Lucerito que cada vez vuela más alto y de David que confío en que encuentre su camino y que algunas veces me permita andarlo a su lado; él y los otros tres hijos. Se que están partiendo poco a poco, unos con más ganas que otros, pero están partiendo y se que debe y tiene que ser así. Es ley de la vida.
Cuando los cuatro hayan partido, ¿qué quedará de este lado de la puerta? ¿Más libros? ¿Más música? ¿Más tiempos en calma y en silencio? ¿Más soledad solitaria? Todo está muy bien, ¡amo mis libros! ¡Amo mi música! ¡Amo la calma y el silencio! ¡Amo mi soledad! Sin embargo, esta soledad de hoy, no se siente acompañada, hace tiempo que no se siente acompañada. Quizá, también ¿ley de la vida?
Están conmigo mis viejas y mis nuevas presencias silenciosas. Están conmigo todas y cada una de esas personas y cada una de esas pequeñas cosas que van haciendo la vida y que nos van permitiendo construir una paz duradera, tranquila, amorosa... Una forma de felicidad. Sólo que me falta una pieza que nunca he podido encontrar y colocar correctamente en el rompecabezas y, ¡no sé cómo hacerlo!
Me quedan muchas pequeñas cosas que resolver. Hay tres que son grandes. Una, no se si por orgullo, no se si por no permitir que me lastime más, la tengo relegada, no se todavía por cuanto tiempo más, no se si siquiera llegue el tiempo. La segunda, es una situación que no he resuelto en años y que me urge cerrar por un principio de orden y respeto que he pasado por alto. La tercera es quizá la más complicada: ¿cómo andar la vida que sigue sin claudicar a esta apuesta de vida? Entiendo que no será cosa mía nada más, pero hay que resolverla y al hacerlo, buscar que sea para bien, sino, estos más de diez años se escaparán de entre nuestras manos como la arena fina.
Hoy he pensado en mi padre biológico. Cada vez es más borroso en el recuerdo que no en el abandono, pero es su asunto. Me dicen que debo perdonarlo... realmente, de mi parte, no hay nada que perdonar. ¿Cómo se perdona a un ausente? Padre, donde quiera que estés ojalá que tu vida sea plena, esté llena de satisfacciones y que en lo profundo de tu corazón haya algo como un buen pensamiento, un buen sentimiento hacia el pasado del cual somos parte las hijas y los nietos. Pudiste ser un buen padre, pudiste llegar a ser un gran abuelo, pero no se pudo o no te decidiste a asumir la responsabilidad de la convivencia y el compromiso de ser parte de esta familia.
Hoy recordé a la abuela de mis hijos. Donde quiera que esté, a donde quiera que vaya (lejos o cerca), ojalá y encuentre eso que perdió en el camino de su vida y que no la ha dejado ser feliz, que la ha llevado a nunca estar satisfecha, a estar inmensamente sola y llena de amargura, negándose y negando a quienes le rodean la posibilidad de una vida sana en el sentido de los pensamientos positivos, el optimismo del día a día, del amor. Me dicen que la perdone. Realmente a estas alturas, no hay nada que perdonar. ¿Cómo se perdona a una ausente por elección? Fuiste una gran abuela y tú decidiste con tu silencio dejar de lado a la mitad de tus nietos. Tus razones son tuyas, de nadie más. Contigo te llevaste a mi familia de origen, al grado de que a veces me pregunto si el nombre y los apellidos que tengo son realmente míos. Contigo llegó un silencio que ya no molesta, que ya no lastima, que ya no duele ni enoja. Madre que la paz llegue a tu existencia, que sepas, que descubras la paz que se te quedó extraviada en algún lugar de la vida.
Me dicen que me debo perdonar... ¿alguien tiene el A,B,C de cómo se hace? ¿Alguien tiene un ensalmo o un sortilegio para conseguirlo? Si alguien tiene la varita mágica para logralo, por favor, se aceptan sugerencias... Lo sé, lo sé... sólo depende de mí y de los fantasmas que no terminan de irse y que de pronto asaltan mis recuerdos como mis hijos asaltan el refrigerador y se acaban el queso de un mes en poco más de una semana. Se que está en mí. Se que me amo. Se que me respeto. Se que poco a poco he ido recuperando mi dignidad de persona. Se que esas, son formas, de alguna manera, de perdonarme.
Estoy a las puertas del medio siglo (¡Dios! eso se lee dramático), tengo casi 50 años y sigo teniendo sueños, anhelos, esperanzas, luchas internas y externas, sentimientos...Sigo siendo una romántica empedernida. Ahora río mucho, disfruto más. Pienso y vivo. Ahora, siento paz en mi corazón. Ahora, muchas veces a lo largo del día, me descubro sonriendo en silencio y disfrutando cosas que siempre he gozado, pero ahora más: el canto de los pájaros, el agua corriendo entre mis manos. La tierra tibia con su efecto sanador. Las formas y los colores... ¡Tantas cosas que a ratos, a lo largo de mi vida he perdido de vista!
Alrededor del día del maestro, entré en crisis existencial, veo y escucho cosas que me entristecen, que me preocupan, pero he descubierto que aquellas que no están en mis manos replantear, es mejor dejar que tomen poco a poco su tiempo y su espacio. Se, cada vez con más contundencia, que las que si puedo cambiar, debo asumir las responsabilidades y los riesgos.
El 19 de mayo, finalmente obtuve mi grado de Maestra en Ética Aplicada, no fui la alumna más destacada ni por asomo, pero vaya que aprendí, de la vida, de Filosofía, de Ética. Los instantes que tomaron escuchar mi nombre, el grado obtenido, caminar hasta el templete, subir las escaleras, recibir mi diploma, caminar y bajar del templete hasta mi lugar, compensaron en muchos sentidos el tiempo, el esfuerzo, las lágrimas, la oportunidad de conocer a personas muy valiosas y ahora importantes en mi vida... un cálido y largo aplauso me acompañó. En ese momento descubrí que aunque "papelito habla", es en la espontaneidad de un momento que se puede tomar distancia de muchas de las cosas que nos rodean y que nos suceden. ¡Gracias por las sonrisas, la música de estos aplausos llenos de cariño.
Hace dos fines de semana, di una charla a profesores y estudiantes de la Normal Superior. Me acompañó mi buena amiga Queta. Fue una mañana interesante. ¡Gracias Enriqueta por tu apoyo y compañía! No hace mucho el tiempo que hemos coincidido, pero para mí es como si nos conociéramos realmente desde "el anglito".
La semana pasada estuve en Monterrey, presenté una ponencia en el Congreso Internacional de Técnicas Didácticas, no fue mi hit; creo que fue mejor, por mucho, la ponencia de hace una año. Descubrí que ahora tengo "amigas" que antes no eran mis amigas y redescubrí amistades que son entrañables. Hice un curso de Transversalidad Ética que se anunció con relámpagos y truenos. Aprendí mucho, mucho (ahora estoy un poco aterrada pues debo iniciar la transferencia del curso el viernes de esta semana).
Ahora mantengo contacto con buenos amigos que he recuperado en el camino ¡gracias Maguie! ¡gracias Carlos Ángel! Son presencias silenciosas (ahora ya no) importantísimas en mi vida.
En el mencionado curso, conocí a una persona, "persona": Galo Bilbao, quien fue el instructor. Durante la maestría tuve la oportunidad de leerlo. Conocerlo ha sido ¡excelente! toda una experiencia de convivencia y aprendizaje. El mundo necesita muchos Galos, muchos Emilios (Martínez). Tuve la oportunidad de observar y escuchar muchas cosas, de reconfigurar otras, de fortalecer creencias y posturas, convicciones profundas. Llegué a Pachus realmente cansada, mi cerebro trabajó a toda marcha los cuatro días del curso. Algo muy rico fue descubrir que ahora habló sin temor, que estoy bastante clara en lo que quiero expresar y en la importancia de hablar de frente aunque eso conlleve riesgos.
El curso de ética fue muy particular. Entre el grupo variado que constituíamos como audiencia (entre divos y divas, personas comprometidas y personas con cara de "what?", además de directivos de alto rango y otros de no tanto). La visita del Rector del Sistema, una en la mañana, más o menos breve y otra por la tarde que se prolongó por tres horas. "Algo histórico" declararon los que saben. Me gustó ver a mi Rector y verlo en una posición menos arrogante, más humana (¡claro que no perdí la oportunidad de decirlo!)
Me re-encontré con algunos viejos conocidos y con compañeros de la maestría. Fue enriquecedor todo esto. Pude ver a mi querido amigo Carlos Astengo (un tiempo breve) y a mis queridas Francis Rodríguez y Rocío Pérez (gracias por aguantar mis despistes). En fin, fue una semana productiva, muy productiva.
De regreso en Pachuca, ufffffff hay montones y montones de trabajo. Citas que  no se logran, proyectos que están por presentarse. Conversaciones malogradas. Cambios, cambios, cambios. Ahora puedo hacer y deshacer sin sentir el peso de los pendientes de la maestría. Me he podido quedar trabajando hasta tarde sin otra preocupación que lo que estoy realizando. He ido a tomar café con La Jenny, con Martín y disfrutarlo mucho. Estoy realizando un curso para aprovechar las redes sociales como recurso educativo. Se mueve medio lento, pero es muy interesante. Pasando la semana entrante vuelvo a Monterrey a otro curso que promete.
Ayer, ¡ayer! dediqué toda la mañana a mis plantas. ¡Hacía mucho sol y calor! David un poco medio infartado pero me ayudó muchísimo. ¡Gracias pequeño! Realmente es tan placentero estar entre macetas, tierra y sol... eso sí, con mis años, llena de bloqueador solar del 100 (ni modo). ¡Ah! si, también armada con mi sombrero de palma... ¡Dios! Soy toda una matrona... jajaja.
El buen Jorge Urdapilleta estuvo en esta su casa. Vino a un congreso y tuvimos la oportunidad de charlar un buen rato. Siempre es gratificante encontrarse con él y cargarse de su buena vibra, de sus buenos pensamientos, de su bienser. ¡Gracias mi querido Pille por que a pesar de no haber sido tu marciano favorito, un buen día te hiciste presente y aquí sigues!
En fin, logré escribir esta entrada... ¡ya se que está larga! Pero logré desbloquear los pensamientos que fluyen por mis manos. Gracias a quien lea esta entrada y me acompañe, siempre es un honor.
...Por cierto, huele a tierra mojada (aunque no sea Guadalajara). Ya no estoy triste y por supuesto ¡me encanta Dios!

domingo, 9 de mayo de 2010

Escúchame con los ojos, mírame con el corazón

Un día, dos días, tres días... días infinitos que
construyen una vida a veces larga, a veces corta.
Una persona, dos, tres, muchas que cruzan por
tu vida para bien las más, para mal algunas.
Una vida, una sóla vida para inventarla y
aprender que ser feliz es
vivir plenamente aprendiendo,
comprometiéndose, creyendo, confiando
respetando, ateviéndose a volar.
Una vida plena no significa abandonar,
descrer, tirar y dejarse morir.
Una vida, se recorre una sola vez
y hay que aprender a andarla cada día.


Ya estoy de regreso, son ganas de decir muchas cosas que se, tendré que escribir un día y otro. Cuando digo que estoy de regreso es porque estoy en proceso de recuperar a alguien que fui pero ahora con más experiancia, con más convicciones, con otras luchas y con olvidos y abandonos voluntarios o involuntarios.
Cerrar una etapa, por dolorosa o difícil que sea, significa renacer; la oportunidad de volver a comenzar en muchos aspectos de nuestras vidas. Lo importante, es haber recorrido el ciclo, poderlo mirar a la distancia y ser capaz de decir, esto funcionó y esto otro debo reinventarlo para tener un mejor ciclo la próxima vez.
Muchas noches obscuras (así, escrito a la antigüita), muchas lágrimas, mucho dolor, mucha soledad, infinidad de dudas, un inmenso miedo y, a pesar de todo, convicción y compromiso. Las últimas semanas han transcurrido entre el cansancio, la frustracíón, la desesperación y la tristeza por muchas cosas que ocurren a mi alrededor (no juzgo, sólo escucho con el corazón).
Hoy, aquí sentada con esta página recién comenzada, con el teclado enfrente, la pantalla brillando, puedo mirar por la ventana con una tranquilidad que poquito a poquito va llegando, esta vez sin pensar en que se puede esfumar. Esta vez, sencillamente, dejándola fluir. ¡Se siente bien eso!
Los días siguen, nuestras historias también, el tiempo sigue corriendo, pudiera decirse que todo sigue igual y al mismo tiempo distinto. ¿Qué sigue? ¡Más trabajo! y nuevos sueños, nuevas metas quizá más personales que laborales. Nuevas posibilidades que explorar porque se que no vendrán a mi si no las busco.
Gracias Dios, gracias por este camino andado entre piedras, tierra, diluvios y sequías. Gracias porque todavía creo y confío en que por duro que pueda ser algo, siempre llega la paz.

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La pasada semana volvieron a explotar los demonios que todavía quedan en mi alma. Entré en crisis por mí, por mis hijos, por mi esposo, por mis estudiantes, por mis amigos, por mis compañeros, por personas ajenas a mí que sin saber han movido fibras profundas de mi alma y de mi mente.
¿Miedo? Claro que tengo, pero también paz. ¿Tristeza? Por supuesto que queda, ahí en lo profundo, arraigada aunque muy debilitada. ¿Soledad? Si, pero no de esa que corroe los huesos, más bien, soledad acompañada por pensamientos, porsentimientos, por las presencias silenciosas que habitan en mi alma; por la música, los libros, mi familia, mis amigos (pocos pero buenos amigos) que habitan a mi alrededor.
¿Será que envejezco o será que renazco? Ahora, la casa vive en más calma, tenemos (Lucerito tiene) un hamster llamado "Cuanza" y al parecer, pronto llegará un nuevo habitante al hogar: una pequeña perrita que aun no conocemos , que aun no descubrimos su personalidad por lo que no tenemos nombre para ella. Yo he propuesto ponerle Mora (de morada, de raza fuerte, de amor)... Ya veremos.

Hasta aquí este reinicio de Inartcul...gracias a quienes me lean y todavía más si alguien platica conmigo.

domingo, 11 de abril de 2010

Rompiendo paradigmas: “El cambio soy yo”


A todos los caídos por la sinrazón...


Estadio del Tecnológico de Monterrey. Alumnos, padres de familia, profesores, empleados, directivos… Muchos presentes pero no todos. En mi Campus, me hubiera gustado ver una comunidad más abundante, REALMENTE, participativa. Profundamente conmovida, profundamente preocupada, profundamente comprometida. Lo se, es domingo y, ¡qué! cuando podemos ser parte de algo que comienza a dibujarse y a concretarse no debe haber razones suficientes para no participar pues se compromete el futuro personal, familiar, social.

Amo a mi país, amo su geografía, amo todos y cada uno de sus espacios, sea cultura, sea tradición, sean costumbres, amo a todos mis compatriotas, primero, por ser personas y, segundo, por ser copartícipes de la vida de este México tan lleno de contrastes y de este mundo. Hoy no pedimos, hoy definimos una postura, hoy están los que están pero no todos. Admiro a los mexicanos que luchan cada día, respeto a aquellos que con su fortaleza de carácter enfrentan las responsabilidades y asumen las consecuencias de una situación que nunca hubiéramos deseado; sin embargo, hemos aceptado y tolerado por omisión.

Las palabras se dicen de manera fácil, las acciones no se concretan porque implican compromiso, valor, amor, responsabilidad y, especialmente, en estos tiempos, dejar de lado el miedo, el miedo que congela, el miedo que nos hace ciegos, el miedo utilizado como pretexto. Desgraciadamente, son pocos los que levantan la voz que suele ser acallada por la indiferencia y el desencanto del "¿para qué, si todo está mal?" "¿Para qué si nada va a cambiar?" "¿Para qué si los demás no cambian, para qué cambio yo?" y el juego de los medios de comunicación realizando movimientos que resultan macabros en lugar de asumir un papel responsable de informar, de proponer, de construir. Las palabras de jóvenes hablando de seguridad personal, de participación ciudadana juvenil y adulta, hablan hoy por nuestra comunidad, por México. Esta mañana, a nivel Sistema, estamos no conectados, sino en comunión, comunicándonos buscando de qué manera podemos ser parte del cambio… Dijo una representante estudiantil del Tec de Monterrey: “El cambio soy yo.”

Ese es justo el punto, entender que “el cambio soy yo” y, con el ejemplo, con nuestro trabajo, con nuestra mente y nuestro corazón ser parte del cambio… No de los demás, de mí, porque en la medida que yo cambie, podré influir a los que me rodean y esos que están a mi lado, con su ejemplo, podrán influir a otros. El cambio viene de la crisis, el cambio viene de las ganas de querer hacer las cosas, de ser mejores personas para ser una mejor sociedad.

Pronunciarse, es excelente. Proponer, es todavía mejor. Actuar, es hacer, es concretar, es hacer realidades pronunciamientos y propuestas. Es ser valientes y unir valentías haciendo de lado el temor a exigir mejores autoridades que a su vez exijan una mejor ciudadanía.

La pasión de los convencidos, debe ser la acción de la razón. Corazón, razón, dos conceptos que para más de alguno suenan opuestos, ¡son complementarios! Sin razón no hay estructura, sin corazón no hay personas, por lo tanto, no hay sociedad.

Reflexión ética permanente, acción ciudadana constante. Actuar desde hoy, conmigo primero y con mi ejemplo, los demás. Acciones personales, llevarán a acciones conjuntas y luego a reconsolidar una sociedad que hoy por hoy, es “light” y prefiere mantenerse en su burbuja de confort aunque no le guste lo que pasa a su alrededor y no haga nada o sea parte de la impunidad y todo lo que ella arrastra.

El cambio es acción personal, acción social y ciudadana. El cambio es luchar por una vida mejor para todos.

miércoles, 7 de abril de 2010

Viajar con la familia

Excelentes jornadas en la calurosa ciudad de Monterrey. Familia completa compartiendo palabras, paseos, comidas, horas de descanso. Entre el agua (Presa de la Boca) y las montañas espectaculares. La presa, a la distancia, nos ofrece un paisaje espléndido y en la cercanía nos da una rivera triste, lodosa y contaminada. Aún así pudimos caminar a la orilla de la presa, mirar a las aves volar con esa magia que caracterizan sus piruetas, vueltas, ascensos y descensos.


En cambio, las montañas, siempre misteriosas, llenas de contrastes y de sorpresas. Mi paisaje personal, demanda el cobijo de las montañas. Las formaciones geológicas de esta tierra norteña, no dejan de ser sorprendentes por sus entrantes y salientes, sus sinuosidades o sus rectas, por los cambios de vegetación, por sus entrañas (Grutas de García).

Conceptos muy norteamericanos en plazas, tiendas, restaurantes; su máxima expresión, el Paseo Santa Lucía... lanchas públicas que te llevan desde la Macroplaza hasta el Parque Fundidora y viceversa. ¡Hay trajineras pretendiendo ser como las de Xochimilco, sólo que sin canales contaminados, sin mariachis, sin alcohol, sin fritangas! Incluso, ¡alquilas góndolas para hacer recorridos en pareja! (sin mayores comentarios).

En el Parque Fundidora, mientras los hijos paseaban en bicicleta y se mojaban en las fuentes (puestas para que las personas se refresquen), Martín y yo, recorrimos el Museo Fundidora (Horno 3)... Realmente para mí fue sorprendente, definitivamente, cuando íbamos entrando, a pesar de lo agradable del vestíbulo y de la gentileza de quienes atienden al público, francamente marchaba hacia adentro, más que nada por acompañar a mi esposo que ir a ver "un montón de fierros y tornillos".

Una vez más, de manera fortuita, la vida me ha dado una lección, me he encontrado con un lugar espléndido, efectivamente lleno de "fierros y tubos" pero había algo más: amor, pasión en dos vertientes: la pasión por el trabajo digno de cientos y cientos de personas que pasaron por los hornos de fundición de hierro y el amor por construir un museo digno, conteniendo infinidad de detalles que acercan a los visitantes a la experiencia de la hipertextualidad: testimonios, fotografías, documentos, radios, teléfonos "antigüitos", televisores, autos, ropa, equipo, videos, maquetas, entre otras muchas cosas.

Salí de este museo profundamente conmovida y sorprendida, jamás pensé que ver "fierros y tubos", pudiera resultar una experiencia tan humana. En algún momento que salí a uno de los patios, me quedé observando una especie de tornillos enormes y pensé en la manera mecánica como debieron haber sido colocados, imaginaba que era difícil pero no tenía idea de cuánto. Algunos minutos después, me encontré con una maqueta, de la cual, lo primero que dije fue "qué mal hecha está"; sin embargo, al acercarme, descubrí que era una especie de caja que al asomarte, podías ver un video de trabajadores colocando esta especie de tornillos en la estructura del edificio de La Nacional (Av. Juárez en la ciudad de México, frente a Bellas Artes) donde, "los medios mecánicos" eran los mismos hombres. Se ponían al rojo vivo estos remaches (creo que podría ser el nombre correcto) y a con pinzas, en los orificios correspondientes de esta megaestructura, se colocaban y eran fijados a golpe de martillo (vaya lección arquitecta Miranda).

Hay un espectáculo acerca de uno de los hornos de fundición (el horno 3), si bien, aprovecha de manera interesante los recursos tecnológicos la presentación general, el manejo del espacio, quien explica permiten transitar de la parte técnica a la parte sensible (que no sensiblera o cursi).

Pudimos visitar otra sección que definitivamente fue la que más gustó a mi esposo, el museo interactivo... un espacio para personas de todas las edades... experimento tras experimento, la gran mayoría permitiendo visualizar cómo una serie de aspectos vinculados a la producción del hierro impacta en nuestras vidas.

El siguiente giro, fueron las Grutas de García, espectacular su entorno, que no las instalaciones que, en lugar de cuidar de alguna manera más digna el espacio, estaba lleno de ruido con "partículas de música", comida, comida, artesanías, más comida... lamentablemente un espacio contaminado por el montaje aunque entiendo que es la forma que han encontrado para hacer atractivo el lugar, a la mayor cantidad de personas... creo que podría hacerse de otra forma pero bueno, así es como encontraron que podía funcionar. Las grutas mismas, todo un espectáculo aunque la cereza del pastel está en el fondo de esta enorme cavidad: "el árbol de Navidad" ¡lleno de foquitos! de esos contenidos en mangueras que son utilizados para decorar las fachadas en el mes de diciembre... a pesar de todo, hay orgullo por este lugar y, también negocio. No les cuento el descenso... sólo les diré que se me ocurrió secundar a mi familia para hacerlo a pie y pues apenas me voy recuperando de semejante necedad por parte mía.

Pasamos dos tardes simplemente platicando y viendo TV, conversamos mucho y eso nos llenó de amor, de reconocimiento por los unos y los otros. Es así que como familia, para poder estar con Gus que ahora ya no puede venir a casa con frecuencia, comenzaremos a planear el siguiente viaje.

... Me encanta Dios...

P.D. Felicidades Gus por tu 97 en Gine (primer trimestre en hospital como residente)... Bien por la experiencia de haber recibido por primera vez a un bebé y descubrir el milagro de la vida. Éxito en Pediatría creo, que por ahí pudiera andar lo que sigue... el tiempo y tú lo decidirán.

domingo, 21 de marzo de 2010

¿Por qué?


Muchos motivos de celebración en el Campus donde trabajo. Un motivo de tristeza como comunidad.
El Hidalmun ha sido un éxito, jóvenes, la mayoría comprometidos con lo que hacen, dieron muestra, una vez más de lo que un chavo Tec de Monterrey, es capaz de hacer, más allá de la indolencia que acompaña a algunos; de la resistencia a aprender de otros (nadie aprende lo que no quiere); de la alegría del día a día. Paso momentos deliciosos con mis jóvenes "prepos" la mayoría de las veces aunque a veces, con algunos resulte difícil, incluso, demasiado.
Una radio que sigue adelante, con planes y proyectos que permitirán darle continuidad.
Un CENEVAL menos, aunque en puerta está la prueba Enlace.
Dos explanadas llenas de vida acompañadas por el sol, por el agua de las fuentes (logramos tenerlas), las risas, las carreras, la inconsciencia de la limpieza y de respetar los espacios (esta es protesta airada); los helados y el café de Santa Clara.
¡Firmé mi segundo grado...estoy a semanas de concluir la MEP!
Infinidad de proyectos por concretar, con la perspectiva de poder crear y crecer.

Esta semana, entre los hechos de la cotidianeidad, asistimos a través de los medios, a un acto de violencia más (también, desgraciadamente, van siendo parte de nuestro día a día). Hubo una balacera entre ejército y criminales, el escenario: Ciudad de Monterrey, el clímax: en las afueras del Tec de Monterrey (frente al "servilletero").
A pesar de los rumores, se dijo que ninguna persona parte de la Comunidad del Tecnológico de Monterrey había perecido. Anoche, con sentimientos entre el espanto y la tristeza nos enteramos que el Rector Rangel Sostman dio un comunicado en el que anuncia que las dos personas abatidas en el enfrentamiento, eran alumnos de Posgrado de nuestra universidad.
Esta mañana, ante los hechos, los comentarios se han producido a diestra y siniestra, personas (que evidentemente no conocen la dinámica de una institución educativa como la nuestra) preguntando acerca de ¿qué podrían hacer dos estudiantes en la madrugada saliendo de Campus Monterrey? Las respuestas no se han hecho esperar, salían de estar ESTUDIANDO. La vida nocturna en Campus Monterrey es intensa: es el lugar ideal para estudiar en grupo o en solitario, es poder ir a la biblioteca hasta las doce de la noche para consultar o sacar algún libro, es sentarte en las mesas del corredor que se encuentra fuera de la biblioteca a ser eso que llamamos "comunidad".
Yo he pasado dos veranos allá. He ido a otros campus, en otras ciudades y Campus Monterrey es por encima de todos, NUESTRA CASA, ahí te sientes a tus anchas (a pesar del calor y hasta de los mosquitos en época de lluvia), ahí puedes estudiar, platicar, descansar, leer y encontrarte con personas apreciadas que ahora están allá. Ese Campus una de nuestras casas, los que están allá y los que hemos podido estar temporadas, no sabemos qué es, pero es algo así como el lugar que te cobija con su añejo encanto y su moderna o modernizada infraestructura.
A dónde vayas, la mayoría de las veces, si tú eres correcto, las personas lo son contigo, en pocos días te identifican y recibes la sonrisa de alguien de la entrada por la que accedes, del personal de biblioteca, de la cafetería, de DAE... es una cultura, es la evidencia de que gente que trabaja y no sin dificultades, busca estar bien.
Dos estudiantes, dos personas, pudiera parecer poca cosa cuando se revisa el número de muertes ocurridas cada día por causa de la violencia. Dos vidas que buscaban ser mejores, no me cabe duda desde el momento que cursaban estudios de posgrado en un lugar donde el rigor académico es la constante. Ellos, ya están bien, en lo que sea que creamos, la convicción de creer nos dice que quienes se van, estarán mejor donde quiera que vaya su esencia. Por lo tanto, una, dos o mil personas ¡Todas! son demasiada pérdida.
Y, ¿nosotros? ¿Sólo seguiremos quejándonos, diciendo que todo está mal, continuaremos criticando a los encargados de dirigir nuestros gobiernos cuando hemos sido nosotros quienes los colocamos ahí, cuando nos olvidamos de llamarlos a cuentas por que nos da flojera? ¿Seguiremos escupiendo veneno sin hacer, por lo menos, lo que nos toca a nosotros? ¿Seguieremos olvidando buscar a aprender para ser mejores personas? ¿Evitaremos aceptar nuestros errores con dignidad (bien entendida), ser honestos, ser respetuosos, ser valientes, evitar cobijarnos en el anonimato para crititcar o dañar? ¿Haremos lo que nos toca sin miedo? ¿Con compromiso, con convicción, con la seguridad de que vale la pena? Actuaremos sin buscar a ver a quién le "pasamos la bolita."
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Les comparto lo que escribí hace un par de horas en un comentario que coloqué debajo de la nota del diaro Reforma, escribí enojada, triste, preocupada pero convencida de que debemos seguir adelante porque debemos encontrar las formas de hacer de nuestro paso por este mundo, algo que valga la pena:
Eran alumnos del Tec muertos en balacera/ Reforma

Lucero Miranda Ballesteros
Pachuca de Soto
3/21/2010

Es fácil opinar cuando: No conocemos el medio. No sabemos de la dinámica que viven las universidades de alto desempeño (no sólo el Tec de Monterrey).

De una noticia, queremos opinar sin fundamento. NOS OCULTAMOS EN EL ANONIMATO PARA ESCUPIR PONZOÑA. Soy académica del Tec de Monterrey, soy estudiante de posgrado de la misma institución. Mis hijos, estudian ahí. Uno de ellos, estudiante DESTACADO de la Escuela de Medicina, vive en Residencias del Tec de Monterrey, a muy corta distancia de lo ocurrido. Personalmente me ha tocado estar en medio de fuego cruzado (como más de alguno de los que escriben), si los "VALIENTES ANÓNIMOS, utilizando sobrenombres ridículos, sin nombre y apellido) han sido parte de la dinámica constante de un centro de estudios donde se trabaja casi las 24 horas o ha estado en medio de un ataque, que opine y, especialmente que FIRME con su nombre.

¿Tenemos miedo? ¡Todos! Todos, donde estemos, corremos el riesgo de estar expuestos a la violencia desatada por el crimen. El Tec de Monterrey, para muchos de los que pertenecemos a esta institución, es NUESTRA CASA, es un lugar donde nos sentimos seguros y a buen resguardo. ¡Grave error que dos estudiantes RESPONSABLES, hayan circulado donde todo ocurrió! Pudo ser mi hijo, pudo ser un compañero de maestría, pudo ser alguno de muchos de mis amigos... Fueron dos PERSONAS. El Tec de Monterrey es lo que es, por su gente trabajadora (alumnos, empleados, académicos, directivos, padres de familia). Como Comunidad Tecnológico de Monterrey, estamos de luto; como sociedad, también. ... Por cierto, además de escupir ponzoña y quemar nuestras naves en la crítica a todo lo que nos rodea, ¿qué acciones ciudadanas podemos realizar?
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P.D. He colocado un crespón negro en mis perfiles y ahí estará un buen tiempo... por los estudiantes caídos, por Monterrey, por Guadalajara, por Pachuca, ¡por México! ¡por el mundo! Por todas y cada una de las partes donde se cometen injusticias y se violenta a las personas. Por todos los ciudadanos que no nos decidimos a tener un actuar responsable desde nosotros, nuestras casas, nuestra comunidad, nuestras escuelas, nuestros centros de trabajo, de diversión, de descanso... ¡Por todos! ¿Por qué? Paradójicamente, porque tengo ESPERANZA, porque creo que vale la pena apostarle a esta vida tan llena de contrastes.

lunes, 8 de marzo de 2010

Amar no es justificar... amar es incondicional... amar es aceptar que te puedes equivocar para aprender a crecer. Es saber estar a la altura.


Amar es amar, pase lo que pase.

Hay días que parecen una noche oscura. Hay días en que podemos llegar a creer que es mejor no estar aquí. Hay días que el alma y el corazón duelen de una manera indescriptible. Hay días que aprendemos que los errores son para aprender y crecer. Hay días que quisiéramos fundirnos en un abrazo y con él proteger de todo mal a los que amamos. Hay días que sabemos que vendrán días aún mas tristes y borrascosos porque serán los días en que podremos saber quiénes son amigos, quiénes están listos para juzgar sin imaginar siquiera que algún día también ellos necesitarán el apoyo de los verdaderos amigos después de equivocarse. Hay días que es mejor saber lo menos posible y no juzgar.
Quisiera escribir tantas cosas, decir muchísimas cosas, expresar mis inquietudes y poder evitar que sufran aquellos a quienes amo. Sin embargo, se que todos y cada uno de los que amo (aún los que no), deberán andar su propio camino, cometer sus propios errores, asumir sus propias responsabilidades, responder exclusivamente a quien deban de responder sin tener que tolerar ser criticado y juzgado como si los demás nunca se fueran a cometer error alguno. Quienes creen, dicen que perfecto, sólo Dios.
No justifico un error, pero si busco entender para apoyar (de quien venga). ¿Quién soy yo para juzgar a nadie? ¿Qué autoridad moral puedo tener si tan sólo soy una persona como cualquier otra? Hoy llora mi alma, pero se que cualquier día se llenará de luz y volverá a sonreir. Hoy con el corazón contrito y dolorido quisiera cubrir de paz y amor a quien sufre y se duele por no haber medido las consecuencias de sus actos. Sin embargo (ahí está la posibilidad del futuro) está asumiendo la responsabilidad de sus errores. Hoy lo único que puedo hacer es apoyar y esperar que los verdaderos amigos queden y que los que no lo son, se vayan y cierren sus bocas llenas de veneno por que también cometerán errores y esperarán tener a alguien que les acompañe en su proceso de dolor y aprendizaje y cuando eso suceda, ojalá que haya una mano amiga dispuesta a sostenerlos en su etapa de crecimiento.
Estos son tiempos de verdades y las verdades son para crecer, para buscar ser mejores personas. Se dice que la vara con la que midas, serás medido... es algo así como una ley de la vida.  Los momentos de verdad, de crisis, sirven para movernos, para crecer sólo así habrá valido la pena equivocarse, sólo así se podrá salir de manera airosa con una dignidad que permita recuperar la integridad.
Estar a la altura de las circunstancias es saber acompañar, es saber que nadie está libre de cometer errores que lamentablemente más de alguna vez serán enormes. Estar a la altura es dejar de contarse la historia de "me decepcionó"... ¿quién nos dijo que hacerse expectativas acerca de los demás y que no sean cumplidas es una obligación? Estar a la altura es saber conservar la dignidad personal y la del otro(a) sin juzgar, sin hablar. Estar a la altura es brindar compañía en el dolor del aprendizaje, es dar oportunidad a que esa persona que debe reconstruirse, lo haga en la seguridad de la compañía de quienes le aman por amistad, por parentezco. Estar a la altura es otorgar, al menos, el privilegio de la duda, etiquetando la conducta más no a la persona. Estar a la altura, es saber perdonar si ese es el caso. Estar a la altura es cerrar la boca porque algún día necesitaremos que los demás estén a la altura.
Ante un error se resquebrajan muchas cosas, quizá la más importante sea la confianza; desafortunados aquellos que tienen la confianza de nunca romper lealtades, confianza porque algún día, desgraciadamente, tropezarán y entonces entenderán lo duro que es enfrentar un error, sobre todo cuando se hace con la cabeza en alto.
Esta noche tan llena de oscuridad y soledad, tengo una historia de José Luis Martín Descalzo:

Aprender a equivocarse
Una de las virtudes-defectos más cuestionables: el perfeccionismo. Virtud, porque evidentemente, lo es el tender a hacer todas las cosas perfectas. Y es un defecto porque no suele contar con la realidad: que lo perfecto no existe en este mundo, que los fracasos son parte de toda la vida, que todo el que se mueve se equivoca alguna vez.
He conocido en mi vida muchos perfeccionistas. Son, desde luego, gente estupenda. Creen en el trabajo bien hecho, se entregan apasionadamente a hacer bien las cosas e incluso llegan a hacer magníficamente la mayor parte de las tareas que emprenden. Pero son también gente un poco neurótica. Viven tensos. Se vuelven cruelmente exigentes con quienes no son como ellos. Y sufren espectacularmente cuando llega la realidad con la rebaja y ven que muchas de sus obras -a pesar de todo su interés- se quedan a mitad de camino.
Por eso me parece que una de las primeras cosas que deberían enseñarnos de niños es a equivocarnos. El error, el fallo, es parte inevitable de la condición humana. Hagamos lo que hagamos habrá siempre un coeficiente de error en nuestras obras. No se puede ser sublime a todas horas. El genio más genial pone un borrón y hasta el buen Homero dormita de vez en cuando.
Así es como, según decía Maxwel Brand, "Todo niño debería crecer con la convicción de que no es una tragedia ni una catástrofe cometer un error". Por eso, en las personas, siempre me ha interesado más el saber cómo se reponen de los fallos que el número de fallos que cometen. Ya que el arte más difícil no es el de no caerse nunca, sino el de saber levantarse y seguir el camino emprendido.
Temo por eso la educación perfeccionista. Los niños educados para arcángeles se pegan luego unos topetazos que les dejan hundidos por largo tiempo. Y un no pequeño porcentaje de amargados de este mundo surge del clan de los educados para la perfección.
Los pedagogos dicen que por eso es preferible permitir a un niño que rompa alguna vez un plato y enseñarle luego a recoger los pedazos, porque "es mejor un plato roto que un niño roto".
Es cierto. No existen hombres que nunca hayan roto un plato. No ha nacido el genio que nunca fracase en algo. Lo que sí existe es gente que sabe sacar fuerzas de sus errores y otra gente que de sus errores sólo saca amargura y pesimismo. Y sería estupendo educar a los jóvenes en la idea de que no hay una vida sin problemas, pero lo que hay en todo hombre es capacidad para superarlos.
No vale realmente la pena llorar por un plato roto. Se compra otro y ya está. Lo grave es cuando por un afán de perfección imposible se rompe un corazón. Porque de esto no hay repuesto en los mercados.
 
José Luis Martín Descalzo, "Aprender a equivocarse

domingo, 21 de febrero de 2010

Voy a pasear en mi consciencia.... Tener más (en cualquier sentido) no nos hace mejores por adscripción


"Sólo se hace consciente a quien reflexiona."
Carlos Beorlegui

En la vida no basta con tener la fortuna de haber tenido quien te enseñara de manera natural la importancia de contar con una amplia cultura, de tal manera que leer, escribir, pintar, bailar, escuchar, viajar... observar el mundo infantil y juvenil desde diversas perspectivas, te permitiran asimilar y ser sensible a cosas que otros menos afortunados no son capaces de percibir y mucho menos de imaginar.
Después de que probablemente, ya he andado mucho más de la mitad de mi vida, he aprendido que poseer cultura, que poder ver el mundo de diferentes maneras e intepretar la realidad con una mirada que se permite observar más a fondo...son mejor opción que validarse como individuo por lo "mucho que se sabe". He aprendido, que el último recurso como expresión del miedo a fallar, son los aires de superioridad y de arrogancia.
Por muchos años pensé que era suficiciente con saber y con ser culta para "ser mejor que los demás". No se es mejor, puede ayudar, es cierto, pero al final del día la sencillez o humildad (como se le quiera llamar), es la mejor aliada en el diario andar. Con frecuencia recuerdo las palabras escritas por Elena Poniatowska al relatar quién era Mariana Yampolsky:
"Era tan modesta que guardaba silencia ante la ignorancia ajena, su respeto por los demás iba más allá de cualquier limitación y su deseo era que nadie sospechara que sabía más que ellos. Su erudición, sus conocimientos, estaban allí, eran parte de su espíritu y jamás los presumíó, definireron su forma de mirar.
Ese bagaje cultural construyó su criterio y sus fotos son notables porque detrás de ellas hay un mundo..." (Poniatowska, s/c, párrafo 14)
En las últimas dos semanas me he encontrado ante algunas situaciones que no dejan de rondar de manera casi febril en mi cerebro y que me llevan a plantearme infinidad de preguntas, aquí algunas:
  • ¿Desde cuándo hay que justificar la calidad y el rigor académico?
  • ¿Desde cuándo el esfuerzo sustituyó a la calidad?
  • ¿Desde cuándo nuestra burbuja se hizo tan confortable que ni siquiera nos planteamos la posibilidad de mirar distinto y de aprender ante cualquier posibilidad?
  • ¿Desde cuándo ser culto(a) puso a alguien por encima de los demás por el simple hecho de haber tenido oportunidades "más afortunadas"?
  • ¿Desde cuándo "saber más" otorga el permiso de mirar por encima del hombro y olvidarse de respetar a las personas?
  • ¿Desde cuándo nos contamos el cuento de que "todo está bien si yo estoy bien"?
  • ¿Desde cuándo "la autoridad" se gana gritando y atropellando abusando de los menos afortunados, amenazando, dejando de mirar alrededor (no importa en qué ámbito)?
  • ¿Desde cuándo dejamos de aprender a ver a los otros como personas?
  • ¿Desde cuándo muchos de nosotros no somos capaces de mirar en el reflejo de nuestra mirada, la luz o la oscuridad que reinan en nuestra alma?
  • ¿Desde cuándo expresarse con sinceridad lleva a que otros ironicen sobre sentimientos y formas de pensar?
  • ¿Desde cuándo alguien se contó el cuento de que ser listo(a), es sinónimo de ser inteligente, persona íntegra, respetuosa, comprometida por el simple hecho de ser parte de una historia y no por puro protagonismo?
¡Qué sólos se quedan los que no son capaces de ver más allá del saber y qué lejos se encuentran de la sabiduría, de la experiencia forjada con carácter, de tener una vida privilegiada por el sentir y el pensar! ¡Qué lejos de la sencillez, de la modestia, de la humildad, se quedan aquellos que se atreven a mirar por encima de su hombro sin detenerse ni un momento a pensar en que los dones y los parabienes que se reciben son para compartirlos, para crecer como persona, para aprender de los demás (hasta del que pudieran ver como el más insignificante por sus carencias)! ¡Qué lejos del espejo del alma se quedan los que sólo piensan para sí, incapaces de empatizar, de buscar entender las historias que le rodean e incapaces de reconocer, que para constituirse en una persona en toda la extensión de la palabra, no basta el tener, no basta el saber! ¡Qué lejos se quedan los que creen que la vida está resuelta y entonces para qué mirar más allá de una mirada arrogante y de desprecio para quienes "no están a su altura"! ¡Qué sólos se quedan los que dejan perder su alma sin haberse dado cuenta de que es su esencia, es su espíritu el que habla por ellos! ¡Qué sólos se quedan los desamparados arrogantes, ya sea por ignorancia, ya sea por la presunción de creer que es más que los demás!
¿Enoja la ignorancia? Hoy por hoy, creo que enoja y duele más la arrogancia, pero contra ella, no hay más que andar duros caminos que tarde o temprano habrán de recorrer aquellos que creen que es su carta de presentación... el miedo se disfraza de arrogancia, de altanería, de desamor, de dureza, de insensibilidad, de manipulación, de soledad abandonada por la misma soledad, de inequidad, de incoherencias e incongruencias; se disfraza de la miseria del poder mal entendido.
Sí, estimados lectores y seguidores, mi alma está atormentada por esto y algunas cosas más; sin embargo, en lo profundo del oscuro túnel que estos días recorro, hay una luz, una luz que me permite creer y tener la confianza de que esto pasará y de que quienes sean capaces de transitar de ser listos a inteligentes (incluyéndome yo), algún día, en verdad, estaremos en la senda de aprender a ser mejor personas.

Referencias:
Poniatowska, E. (s/c). La profunda mexicanidad de Mariana Yampolsky.  El ángel caído. Recuperado el 21 de febrero de 2010

sábado, 6 de febrero de 2010

El regalo de una respuesta reflexiva (Reflexión que complementa mi entrada anterior y escrita por alguien a quien aprecio y valoro, sencillamente por ser...

Things to remember:
The worth of character.
The improvement of talent.
The influence of example.
The joy of origination.
The dignity of simplicity.
The succes of perserverance.

Marshall Field
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Intenté subirlo como comentario en tu blog, pero no me dejó porque estaba muy largo, jeje. Me gustó la entrada que publicaste, sobre todo porque considero que quien fundamenta lo que dice, más allá de simplemente definir una postura, está realizando un doble trabajo: aprender y enseñar.

Te agradezco por permitirme ser parte de este proceso de enseñanza-aprendizaje y sobre todo, por considerarme para compartir tus ideas, tus experiencias y tu entereza para afrontar los prejuicios.

Con mucho cariño,

M.

De acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, el término cultura refiere al "conjunto de conocimientos que permiten a un individuo desarrollar su juicio crítico". En cierta forma, la misma cultura es el principio que ayuda a forjar una determinada forma de pensar y evaluar las situaciones positivas y negativas, bajo una moralidad (a mi modo de ver) construida a lo largo de la evolución histórica, social, intelectual y emocional de la humanidad. ¿Qué ocurre cuando alguien cuestiona las bases y principios postulados por su cultura? En general, sufre un rechazo tajante que le impide desarrollar un juicio verdaderamente crítico, pese a tener argumentos bien fundamentados sobre por qué opina de tal modo. Del mismo modo, los estilos de vida son tan diferentes entre sí que vale la pena retomar el popular dicho que cita “cada cabeza es un mundo”, tiene razón. Cada individuo recolecta a lo largo de su vida un sinnúmero de experiencias que le permiten (con las limitantes socio-culturales) establecer un protocolo de prejuicios y concepciones sobre su mundo, determinando cuáles acciones son o no correctas y orillándolo a la toma de decisiones que tienen influencia considerable de su pasado y presente cultural.
Considerando lo anterior, ¿cómo definir una postura ante dilemas que surgen a raíz de prejuicios en esta y todas las sociedades? Quizá la única forma de poder hacerlo sea siendo partícipe activo de dicho dilema, entendiendo el modelo que representa desde una perspectiva interna, íntima, que otorgue validez a cualquier argumento formulado en ese respecto. Gran parte de los inconvenientes y ataques generados contra los que se definen como “diferentes” a lo establecido por la cultura de la sociedad son por desinformación. Es deprimente que, viviendo en un mundo donde la información representa una ventaja competitiva para organizaciones y empresas, donde el acceso a la misma ha dejado de limitarse, y donde el nuevo conocimiento se construye de forma colaborativa, no se tenga la convicción de informarse antes de emitir cualquier juicio crítico. ¿Será que esta desidia es también consecuencia de las herencias culturales que adoptamos al nacer? La cultura, como su definición menciona, da las herramientas de valoración crítica a cada persona, por lo que es la misma cultura la que se encarga de definir patrones de comportamiento o conducta ante determinadas circunstancias. Entonces, si tenemos el precedente de que se nos ha formado con prejuicios heredados y aunado a esto, no tenemos la determinación para informarnos antes de emitir un juicio crítico ante lo que (aceptémoslo) desconocemos, ¿qué estamos haciendo? ¿Estamos beneficiando a nuestra sociedad y a la vida misma o simplemente estamos incrementando la hondura de la zanja en la que nos encontramos?
Entonces, ¿cómo definir una postura? Una hipótesis por comprobar sería definir a dicha postura como una sumatoria de información recopilada tanto de la cultura propia, de otras, de las propias experiencias, manteniéndose siempre en una posición de apertura y de respeto a las diferencias, e impregnándola con la sensibilidad, es decir, la forma de percibir al mundo y de “vivir la vida” que cada persona posee. Mi única recomendación es que intentemos dejar de asegurar lo que en realidad desconocemos. Debemos comenzar a trabajar en la humildad, y en la determinación por crecer intelectual y emocionalmente con apoyo de los recursos de información a nuestro alcance. Y tomando este punto, uno de los recursos más útiles que existen y que se está desaprovechando es el compartir información de viva voz con aquellos que podrían ser en el tema de interés, ya sea porque es su estilo de vida, o porque han sabido encaminar sus impulsos a la documentación al respecto. ¿Cómo podemos decir que es incorrecta tal o cual acción si no conocemos detalles sobre ella? ¿Cómo podemos criticar determinadas posturas si no conocemos el contexto, el entorno y las razones para que alguien las tenga? Emitir juicios basados en premisas ambiguas trae como consecuencia que los prejuicios que aquejan la de por sí ya devastada cultura se incrementen y sean adoptados por las nuevas generaciones. Más allá de una evolución, pareciera que en el sentido cultural tenemos un estancamiento basado en prejuicios sin fundamento que no nos permiten valorar una de las mayores riquezas en el mundo: la diversidad.
La valoración a la diversidad de elementos que integran el mundo, así como la apertura a traspasar las fronteras que nosotros mismos por nuestros prejuicios hemos delimitado a nuestro alrededor son elementos clave en una verdadera evolución socio-cultural. Confío que este anhelo de vivir un mundo donde el ser o actuar distinto no sea una limitante para el pleno disfrute de los deleites vivenciales cimente sus objetivos en el respeto a las diferencias y la firme convicción de documentarnos de lo que desconocemos antes de criticar, así como de emitir un juicio crítico fundamentado antes de osar a hablar de lo que estamos conscientes.
Si la cultura es un conjunto de conocimientos que permiten la formación de un juicio crítico, y somos parte de una y varias culturas al mismo tiempo, ¿por qué no comenzar a formar nuestra cultura de una forma más humilde, empática y respetuosa? A final de cuentas, la cultura y las sociedades son elementos y sistemas diseñados por el hombre. Hay que apostarle a un rediseño socio-cultural que no tenga injerencia en lo que no comprende, y más que apostarle con nuestra fe, debemos apostarle con nuestra entera participación porque, queramos o no, otro de los prejuicios que truncan el desarrollo humano es la idea de que la otredad hará lo que uno mismo no está dispuesto a hacer.
Tenemos una sola oportunidad de vivir, y si hemos de vivirla atentando contra nuestra propia dignidad, reflejada en la de los cercanos a nosotros, estaremos desaprovechándola y haciendo de nuestra existencia un punto estático e imperceptible para el futuro. Si bien no concuerdo con ciertas ideologías o situaciones, intentaré respetarlas y obtener un beneficio invaluable de ellas: aprendizaje. Espero que quien lea estas líneas, aunque no concuerde conmigo, sí obtenga el mismo beneficio que he definido un par de líneas antes porque a fin de cuentas, el aprendizaje es un regalo difícil de entregar, y aun más difícil de aprender a recibir...