domingo, 11 de noviembre de 2012

La vida que se va y la esencia que trasciende

In memoriam
 Invierno Azul Alaska
 
 
En este maravilloso cielo es posible que la esencia se mantenga
 
Así, nada más, sin pensar, sin detenernos, sin más, transcurrieron más de 30 años desde que nos conocimos. Hoy, querida amiga has partido. No supimos de una y otra por muchísimo tiempo; sin embargo, este alguien que siempre estuvo ahí, perteneciendo a mi mundo de presencias silenciosas, nunca se perdió en la distancia.
 
Un buen día encontré en mi FB una petición de amistad de "Inviernoazul Alaska" y no la acepté, pensé que sería alguien completamente ajeno a mí. Tiempo después volvió a aparecer otra solicitud de amistad y tampoco acepté, finalmente, no hace ni un año al volver a encontrar otra petición de amistad de "Inviernoazul Alaska", me metí a explorar, a tratar de descubrir quién era observando sus fotos. Después de ver varias, reconocí sus rasgos, reconocí espacios comunes, compañeras-amigas comunes y encontré que era mi vieja amiga Adriana.

Encontrarnos fue excelente, fue recuperarnos como si nos hubiérmos dejado hacía poco tiempo, fue como seguir sin que hubiera pasado tanto tiempo.Tuvimos tiempo de ponernos al día, de darnos apoyo, de "escucharnos", de echarnos porras, de reirnos por horas compartiendo fotografías, lo único que faltó fue podernos encontrar físicamente.

Iniciamos un proyecto que se fue truncando por el ritmo de trabajo, por que andábamos del tingo al tango, pero arrancamos una página llamada "Enredadas" y esto por iniciativa tuya, buscamos escribir sobre nuestros enredos cotidianos, sobre nuestras preocupaciones en torno a la juventud, sobre este México tan amado y quebrantado. La página existe, nuestros enredos están ahí truncos, sin mucho avance, me prometo darle vida, darle continuidad como una forma de homenaje, de conmemoración a alguien que en estos pocos meses me llevó a mirar cosas de la vida que había ido dejando pasar.

Soy una persona depresiva, soy alguien que sabe de depresiones constantes y que más de una vez ha querido morirse; estos meses, al ver la lucha feroz de tu vida por vivir, por inyectarle fuerza, por mantenerse en pie de guerra contra el mal maldito del cáncer. Aprendí que no es derrumbándose que se gana la vida; no es dejándose llevar por el desánimo que se da la cara a la vida; no es queriendo morirse que se vive de cara a la vida. Gracias amiga, gracias por dejarme aprender que puedo levantarme y dominar este mal interno que no se compara en modo alguno con lo que has debido pasar. Mi alma me ha dolido mucho, mucho tiempo, me duele pero ahora de una manera distinta y eso debo, quiero agradecértelo a tí

Esta mañana, al entrar a mi FB, me encontré un breve mensaje: "Inviernoazul Alaska ha fallecido". Me quedé en blanco, poco a poco me fui recuperando. Sabía que cualquier día de estos sucedería, aun así fue inesperado. Me senté y pensé y pensé y lo único que atiné a hacer fue ponerme a ver fotografías. Te ví alegre, fuerte, debilitada, cansada, traviesa, guapísima y más con el último look que publicaste. Me reí de nuestras conversaciones y te recordé con el uniforme azul marino en el tercer piso del Irapuatense cuando venías del área de internas.

Pensando en tí, he descubierto esta tarde que desde pequeñas te admiraba, admiraba tu aplomo, tu sonrisa espontánea, tu manera de hacer travesuras, tu seguridad. No lo sabía, han debido pasar este montón de años y que partieras para reflexionar y descubrir qué es lo que te hacía tan especial e inolvidable. Qué era lo que hacía que fueras una de mis presencias silenciosas.

Invierno Azul Alaska, Adriana, gracias por volver a mi vida aunque haya sido por tan breve tiempo, gracias por regalarme tu tiempo tan valioso, por tener palabras de aliento para Alejandra, por compartir con mi hermana y conmigo el proceso tremendo de tu enfermedad. Gracias amiga por enseñarme a volver a tomar al toro por los cuernos y mirar hacia adelante.

Cocinando, no he dejado de pensar en tí y he recordado las imágenes de esos postres maravillosos que mostrabas en tus fotografías del "feis", recordé cuando anunciaste que ibas a hacer pastes. Recuperé la imagen de tu madre y de tu padre y los recordé. Descubrí que hay mil y una razones para hacer de los pequeños grandes detalles, fortalezas para salir adelante. Reaprendí de tu energía, de tu inquietud como cuando éramos unas jovencitas.

Me descubro sintiendo profundamente tu partida, pensando en tus hijos, en tu mariposa, en tu mamá, en tu papá, en tus hermanos. Me descubro conversando con Isaura, esa persona que he conocido a través de tí y que también me enseña la fuerza de ser una guerrera.

Adriana, mi guerrera, mi ejemplo, mi amiga... que tengas buen viaje, que el Señor te cubra con su luz y te llene de paz y tranquilidad. Aquí muchísismas personas lamentamos tu partida, aquí muchas personas tenemos la seguridad de que estarás presente. Aquí, muchas personas, agradecemos la oportunidad de haber sido tocadas por tí. Gracias, descansa en paz y que tu esencia perviva por siempre.

sábado, 10 de noviembre de 2012

GRACIAS...

Yo, Lucero, Gaby y Alejandra

Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay otros que luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay quienes luchan toda la vida, esos son imprescindibles. 

Bertold Brecht 

Al iniciar este escrito, lo primero que viene a mi mente es GRACIAS.

El círculo relacionado con la situación de mi hermana Alejandra, parece que comienza a completarse. Ella está tranquila, con la mirada puesta, en este momento, más allá de la silla de ruedas en la que se encuentra de manera forzada ya hace más de un año. Quienes nos han acompañado en este proceso, con su presencia, con sus palabras, con sus oraciones, con sus acciones silenciosas nos han ayudado a seguir adelante.

No hace ni cuatro semanas que circulamos por la red una carta dirigida al Director General del IMSS, con copia al Presidente Felipe Calderón Hinojosa y a la Presidenta Margarita Zavala Gómez del Campo, fue una misiva enviada de manera desesperada producto de una prefunda impotencia y con muy poca esperanza de obtener respuesta. Realmente mi apuesta estuvo en difundir a través de este blog y de las redes sociales a las que estoy suscrita y que alguien, ignoro quien, fuera el(la) mano que activara la llave para que las cosas se movieran. Mi petición: leer mi escrito y difundirlo a tantas personas como fuera posible.

En este momento, no tengo palabras de la respuesta: las personas cercanas se han solidarizado, han orado, han mandado buenas vibras, tienen presente a Alejandra, han enviado de mil y una formas expresiones de cariño y apoyo, GRACIAS. Esas personas cercanas han ayudado a difundir y multiplicar mi mensaje. Personas que no conozco han escrito a mi correo electrónico contando sus historias, dando consejos, mandando buenos deseos. He reconfirmado que las redes sociales pueden ser utilizadas para el bien, que en sus espacios no solo habitan la banalidad y la vulgaridad, el chisme y la maledicencia, el engaño y el ciberbullying, entre otras cosas negativas. GRACIAS.

Después de mandar la carta a los destinatarios señalados y difundirla, sólo a  uno o dos días de haberlo hecho, recibí una llamada de la Presidencia de la República. Me indicaron que en el momento de tomar mis datos, mi petición estaba entrando a la base de datos para estar en seguimiento. ¡Me alegré tanto! pero luego sentí temor, ¿y si era una broma? Mi teléfono está al final de mi carta. Por la noche, muy tarde, marqué al número que había quedado registrado y ¡si era de la Presidencia de la República!

Fue padrísimo recibir esta llamada recién llegando a casa de mi madre y de Alejandra, ellas fueron las primeras en saber de ella. Hablamos al respecto y yo, de manera conservadora le pedí especialmente a Alejandra que fuéramos pacientes, que una llamada no significaba que las cosas se fueran a mover pero que al final del día, teníamos una esperanza. Las cosas se están moviendo muy rápido, he recibido numerosas llamadas para responder a preguntas, para contar a detalle la historia de mi hermana, o para darme indicaciones. He recibido correos con instrucciones específicas, con mensajes turnados a las personas involucradas y de manera reiterada hacerme saber que mi petición está en curso. Mi madre está recibiendo los avances a través del médico que atiende el caso.

Alejandra ya no quería levantarse, sentarse en su silla, bañarse... ahora lo hace y su mirada tiene una luz de esperanza. Mi madre aunque muy ansiosa y nerviosa, creo que incrédula también espera y tiene esperanza. GRACIAS.

Cada día sucede algo y en cada ocasión es para adelante. Confiamos en que las cosas continúen así. He sabido que derivado de la situación de mi hermana, se apuntala un proyecto del médico que ha asumido como causa la causa de Alejandra para que lo sucedido a ella no se siga repitiendo. Con todo mi corazón ruego por este doctor y porque su proyecto sea un legado de vida y esperanza para aquellos que lleguen a ser beneficiarios. No tengo duda de que lo logrará, no tengo duda de que muchas personas serán bendecidas. GRACIAS.

Personalmente, no se si la respuesta de la Presidencia fue sencillamente por mi carta o bien, alguien de las muchísimas personas que nos están apoyando fue la vía para que la puerta se abriera. Creo que no lo sabré porque si existe esa mano amiga y solidaria está practicando esa frase que dice: "Haz el bien sin mirar a quien" además de vivenciar el "que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano izquierda". GRACIAS, MUCHAS GRACIAS.

Hay muchos pensamientos y sentimientos encontrados, hay tanta emoción positiva en mi pecho, me siento tan bendecida que insisto, lo único que puedo decir desde mi corazón y desde mi mente, es GRACIAS, gracias por el amor, gracias por la solidaridad, por las palabras de cariño y apoyo, por los ánimos, por tantas oraciones a favor de mi hermana y mi familia, por tantos(as) amigos(as) y conocidos(as) y desconocidos. GRACIAS.

Se que este es un escrito repetitivo, quizá no estoy lista para expresar esta experiencia de corrido, creo que no podré hacerlo hasta ver que Alejandra es operada, rehabilitada y que vuelve a caminar. Sin embargo, no quiero dejar pasar más tiempo para agradecer y manifestar mi respeto y admiración a todos(as) y cada uno(a) de las personas que están con nosotras y con mi familia y pedirles que por favor nos sigan acompañando.

Cada uno(a) de ustedes cumplen con la misión de asegurar redimir la condición de desventaja de otra persona y eso, indudablemente, los(as) hace mucho mejores personas de lo que ya son. GRACIAS.