viernes, 19 de diciembre de 2014

Once meses, 8 días

Luces de esperanza

"Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los medios de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenen la alegría de hacer, y la traduzcan en actos. Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable."
Eduardo Galeano



Hoy hace 11 meses y 8 días que inició la aventura en el lugar donde trabajo actualmente. Justo hace un año, recibí la confirmación de la invitación para ser parte de TecMi. Muchos días andados, muchos aprendizajes, muchos desaprendizajes, infinidad de sueños, muchos desencantos; sin embargo, el rumbo es el mismo. 

El día que acepté era una mujer rota, perdida en sus títulos y diplomas, retomando algunos hilos, rompiendo otros, pero rota, "oxidada". Al dejar la casa que me albergó por casi 20 años, bebí la libertad, bebí el placer de poder ejercer con absoluta convicción, mi libre albedrío y de que estaba haciendo lo correcto. ¿Dudas? Muchísimas, ¿miedos? infinitos.

Al regresar a uno de los sitios que más amo, me encontré que no importaba el esfuerzo, el tiempo, la dedicación, la inversión, los sacrificios... debía volver a comenzar de cero, eso sí, con mucha más experiencia, muchos más conocimientos, muchos años más y estos tres puntos, en lugar de actuar a favor, por momentos funcionaron en contra.

Eso si, me encontré con personas que respetaban el camino recorrido pero que no podían hacer mucho. Ahora estaba yo del otro lado, necesitando de alguien que abriera la puerta y no fue sencillo. Me encontré con que sueños de educación y formación ya no eran los mismos. Esos tiempos sustentados en una exigencia donde al profesor se le reconocía su capacidad de ser pensante, inteligente, forjado por horas y horas de preparación, convencido de que el reto intelectual a sus alumnos es un compromiso consigo mismos, con sus estudiantes, con la sociedad; la disciplina un medio que construye para el diálogo y la construcción de personas plenas así como el trabajo serio y profundo en la formación del carácter, para no tener frustrados sin razón, intolerantes al fracaso, deshonestos activos pretendiendo el éxito académico con poco esfuerzo, sin importar los medios, son temas que parecieran en proceso de extinguirse.

Un día, pasados casi tres años, alguien abrió la puerta y me ayudó a reencontrar un camino que creía perdido, me dio la oportunidad de volver al fascinante y complejo mundo de la educación. Hace un año alguien dijo si y avaló la posibilidad de que desde la posición donde me encuentro pueda seguir poniendo mi granito de arena entre jóvenes mexicanos que requieren formarse en los más altos estándares educativos, formativos, actitudinales. Hace once meses y ocho días ando este camino. Camino complejo, ¿soy feliz? si, pero no es continuo, es construir día a día. Es avanzar, es detenerse, es cuestionar, es plantear y replantear. ¿Convencida de lo que hago? ¡Sí! ¿Satisfecha? ¡No! Tengo que aprender, tengo que crecer, tengo que reinventarme, creer en mi, en mi potencial, en mis sueños y caminar.

Hoy por hoy estoy rodeada de personas magníficas, deseosas de hacer bien las cosas, de lograr que nuestros jóvenes sean cada vez mejores. Hoy por hoy, como equipo tenemos mucho que hacer en muchos sentidos, mucho que soñar, planear, concretar. Mucho que contribuir en pro del tan llevado y traído bien común.

Recuperando la magnífica cita atribuida a Ralph Waldo Emerson, reitero que es mi proyecto felicitante de vida y que desde donde tengo la fortuna de estar, trabajo para hacer realidad:

"Reír a menudo y mucho; ganar el respeto de gente inteligente y el cariño de los niños, conseguir el aprecio de críticos honestos y aguantar la traición de falsos amigos; apreciar la belleza; encontrar lo mejor en los demás; dejar el mundo un poco mejor, sea con un niño saludable, una huerta o una condición social redimida; saber que por lo menos una vida ha respirado mejor porque tú has vivido. Eso es tener éxito."

Soy afortunada, soy exitosa y agradezco a todas y cada una de las personas que han cruzado por mi vida, porque a través de ellas he encontrado los caminos para estar donde estoy en este momento. Gracias es una palabra pequeña en su escritura, enorme en su contenido. Gracias. Gracias. Gracias.