domingo, 9 de mayo de 2010

Escúchame con los ojos, mírame con el corazón

Un día, dos días, tres días... días infinitos que
construyen una vida a veces larga, a veces corta.
Una persona, dos, tres, muchas que cruzan por
tu vida para bien las más, para mal algunas.
Una vida, una sóla vida para inventarla y
aprender que ser feliz es
vivir plenamente aprendiendo,
comprometiéndose, creyendo, confiando
respetando, ateviéndose a volar.
Una vida plena no significa abandonar,
descrer, tirar y dejarse morir.
Una vida, se recorre una sola vez
y hay que aprender a andarla cada día.


Ya estoy de regreso, son ganas de decir muchas cosas que se, tendré que escribir un día y otro. Cuando digo que estoy de regreso es porque estoy en proceso de recuperar a alguien que fui pero ahora con más experiancia, con más convicciones, con otras luchas y con olvidos y abandonos voluntarios o involuntarios.
Cerrar una etapa, por dolorosa o difícil que sea, significa renacer; la oportunidad de volver a comenzar en muchos aspectos de nuestras vidas. Lo importante, es haber recorrido el ciclo, poderlo mirar a la distancia y ser capaz de decir, esto funcionó y esto otro debo reinventarlo para tener un mejor ciclo la próxima vez.
Muchas noches obscuras (así, escrito a la antigüita), muchas lágrimas, mucho dolor, mucha soledad, infinidad de dudas, un inmenso miedo y, a pesar de todo, convicción y compromiso. Las últimas semanas han transcurrido entre el cansancio, la frustracíón, la desesperación y la tristeza por muchas cosas que ocurren a mi alrededor (no juzgo, sólo escucho con el corazón).
Hoy, aquí sentada con esta página recién comenzada, con el teclado enfrente, la pantalla brillando, puedo mirar por la ventana con una tranquilidad que poquito a poquito va llegando, esta vez sin pensar en que se puede esfumar. Esta vez, sencillamente, dejándola fluir. ¡Se siente bien eso!
Los días siguen, nuestras historias también, el tiempo sigue corriendo, pudiera decirse que todo sigue igual y al mismo tiempo distinto. ¿Qué sigue? ¡Más trabajo! y nuevos sueños, nuevas metas quizá más personales que laborales. Nuevas posibilidades que explorar porque se que no vendrán a mi si no las busco.
Gracias Dios, gracias por este camino andado entre piedras, tierra, diluvios y sequías. Gracias porque todavía creo y confío en que por duro que pueda ser algo, siempre llega la paz.

_______________________

La pasada semana volvieron a explotar los demonios que todavía quedan en mi alma. Entré en crisis por mí, por mis hijos, por mi esposo, por mis estudiantes, por mis amigos, por mis compañeros, por personas ajenas a mí que sin saber han movido fibras profundas de mi alma y de mi mente.
¿Miedo? Claro que tengo, pero también paz. ¿Tristeza? Por supuesto que queda, ahí en lo profundo, arraigada aunque muy debilitada. ¿Soledad? Si, pero no de esa que corroe los huesos, más bien, soledad acompañada por pensamientos, porsentimientos, por las presencias silenciosas que habitan en mi alma; por la música, los libros, mi familia, mis amigos (pocos pero buenos amigos) que habitan a mi alrededor.
¿Será que envejezco o será que renazco? Ahora, la casa vive en más calma, tenemos (Lucerito tiene) un hamster llamado "Cuanza" y al parecer, pronto llegará un nuevo habitante al hogar: una pequeña perrita que aun no conocemos , que aun no descubrimos su personalidad por lo que no tenemos nombre para ella. Yo he propuesto ponerle Mora (de morada, de raza fuerte, de amor)... Ya veremos.

Hasta aquí este reinicio de Inartcul...gracias a quienes me lean y todavía más si alguien platica conmigo.