domingo, 12 de julio de 2009

Sin café, entre libros de ética y filosofía, además de extraviada entre palabras...


¿Se lee dramático el título de esta nota? Pues justo así estoy. Es más sencillo tener idea de ciertas cosas que expresarlas. Realmente ¿cuántos están conscientes de lo que son principios éticos y de que estos son el fundamento del razonamiento moral? Cuántos que se precian de expertos, realmente hacen la distinción entre moral y ética?


En mi caso, puedo hacer las distinciones con cierto grado de claridad, pero a la hora de escribir sobre estos temas y vaya que me he dedicado a hacerlo en los últimos dos años, me da pánico escénico y no logro expresarme con claridad. ¿Será que no he logrado apropiarme de los conocimientos suficientes como para mantener la seguridad en mí misma o que de plano, a pesar de tantas palabras leídas, estudiadas, escritas nada más no logro adentrarme suficiente en la materia y sencillamente no se nada?


Llevo escritos varios párrafos de un ensayo al que he llamado con el nada original título de "La reflexión ética a partir de la vivencia de sus principios"... ahora que lo vuelvo a leer, resulta ampuloso y rebuscado. ¿Cómo hacer para que podamos hablar de ética, comportarnos éticamente sin que esto signifique un esfuerzo adicional? No implica la ausencia de ella, sólo que no todos, no cualquiera está dispuesto a entrarle y entonces, se vuelve un camino solitario.


Estas semanas han sido de mucho aprendizaje, de replantearse cosas, de establecer una postura clara ante la vida... ¡si! frente a la vida. Está siendo un proceso de redescubrimientos a ratos difíciles de digerir; sin embargo con una claridad inusual que para bien o para mal, definen mi actuar hacia adelante. Tiempos de reconocer, de re-encontrar, de dejar de lado, de perdonar, de volver a empezar y de dejar pasar de lado el equipaje que ha sido cargado durante años sin que, en ocasiones, haya sido de mi propiedad. Poco a poco, las personas que me rodean, el tiempo, el espacio, van tomando una dimensión quizá no considerada hasta ahora.


Este verano es quizá uno de los más productivos en los últimos años. Oportunidades de aprender de manera formal o informal. En cursos, en lecturas, en escritos, en tantas partes... Es una vorágine que es importante medir, estudiar, valorar para lograr hacer que valga la pena... lo lamento mis tres lectores, tres seguidores y como siempre alguno que otro extraviado, hoy no escribo echando relajo; más bien escribo para tratar de encontrarme en las palabras en las que ando extraviada.


En fin... pensaré, pensaré y quien sabe, en un rato borre esta entrada y coloque algo decente...


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