De regreso...

Queridos lectores, seguidores y extraviados...¡aquí estoy de regreso! Un poco perdida entre las palabras y las ideas. En estas semanas todo ha sido rápido y extraño. Finalmente, mi cuerpo dijo ¡basta! y pues pasé por una cirugía inesperada de vesícula. Es posible que si las cosas no se hubieran forzado en la manera como ocurrió, no hubiera permitido que el reloj se detuviera.
Ha ocurrido algo extraño, pienso mucho, voy de una reflexión a otra, pero no logro ponerme a escribir. Ni siquiera se si conseguiré concretar esta entrada. Es curioso, físicamente me siento mucho mejor. Anímicamente no tanto, es como si me hubiera quedado plana... dice uno de mis médicos que es normal por el uso de anestésicos y analgésicos tan potentes que debieron utilizar. Es cierto que estoy leyendo mucho (tengo que contarles sobre mis últimas lecturas), mis travesuras en Gandhi y que después de años, ¡sorpresa! y me puse a pintar... eso es algo verdaderamente inusitado después de todo este tiempo...
He encontrado que tengo una familia que me cuida y que si bien, se que me ama, han estado volcados en cuidarme y acompañarme. Soy bendecida por eso.
Mis amigos de verdad, han estado presentes de una u otra forma.. Soy bendecida por eso.
Muchas personas han hecho patente su cariño por mi. Soy bendecida.
Se que muchas otras personas, han orado por que Dios me cuide y me ayude a salir adelante. Soy bendecida por eso.
Gracias por las plegarias, las oraciones las bendiciones de las que creo soy poco merecedora.
Aunque mi estado de ánimo es plano... me doy cuenta de que soy una persona bendecida y amada por muchos.
Lo aprecio y lo valoro mucho, mucho... más cuando en mis reflexiones pienso en quienes abandonan y no termino de encontrar una explicación lógica para entender el abandono. Lo que si alcanzo a ver es que por un abandono inexplicable hay infinidad de bendiciones... ¡Me encanta Dios!