jueves, 14 de enero de 2010

En la profundidad de los recuerdos... in memoriam


En 1989 llegué a vivir a mi amada Guadalajara. Ciudad amable y cruel. Llena de significados positivos y también de significados dolorosos. Hoy es 14 de enero. Hoy cumpliría años alguien que se fue ya hace algún tiempo para no volver porque la muerte lo sorprendió cuando menos lo esperaba (o al menos así quiero pensarlo).
¿Cómo se lastima a alguien a quien se pretende amar por encima de todo? Estuve a su lado hasta el final, del 89 al 93, casi cuatro años compartidos. Cuatro años inexplicables excepto el nacimiento de mis dos hijos. Dos pequeños que si bien han ido saliendo adelante, son mis dos pequeños grandes amores a los que no les pude dar lo que para mí era más importante: la vida con un padre, un padre "dispuesto a todo por ellos". Hoy por hoy mis hijos tienen un padre pues es padre quien cría, quien lucha en el día a día, no ha sido fácil, nada fácil. Quizá es lo que menos me perdono... No haberles dado un padre que anduviera el camino con ellos aceptándolos tal y como son y con un amor incondicional.
Mis dos amores han tenido que aprender a tener dos madres, han debido aprender a tener un padre que no pidieron y que se claramente, les cuesta mucho entender a pesar de que también se que lo aman. No ha sido fácil "repartir" lealtades, amores y desamores.
Nunca, en el tiempo que duró la crisis antes de la partida, pregunté o reclamé "¿Por qué yo?"... asumí el miedo, el dolor, la vergüenza (hubo mucha) y aprendí (me tardé mucho en hacerlo) que más que el cáncer físico que mata; el cáncer de la mentira destruye el alma, roba la calma, la inocencia... mata la confianza y deja una huella imborrable.
Los años han pasado, muchas cosas se han suavizado, con cierta frecuencia pienso en que he perdonado a quien tanto dolor causó, que lo he perdonado... me dicen los que saben, que no es una cuestión de perdonarlo a él, sino de perdonarme a mí... No se cómo se logra el autoperdón, tengo el sueño, la esperanza de que al escribir esto y escribirlo "públicamente", comience a encontrar ese camino hacia el autoperdón pues no hacerlo ha sido un cáncer en el alma y en el corazón que ha cobrado un precio muy, muy alto a través del cual, el daño colateral quizá ha sido el más grave.
Poco a poco, a pesar de ciertas contrariedades, van llegando paz y calma; a veces se me vuelven a rebelar los sentimientos y las emociones, pero al final, descubro que poco a poco, van llegando más calma y paz.
Tengo una familia que me ama, tengo otra que sencillamente me ha puesto al lado del camino, he entendido que no soy bienvenida, no siempre se puede cumplir con las expectativas de otros.
Tengo un padre biológico del cual me tomó casi 30 años entender que yo no era parte de su vida y que nunca lo sería... ha dolido mucho, ahora ya no, aunque me hubiera gustado que mis dos amores lo conocieran... mi niño es tan parecido a él en muchos sentidos... en el pase de las cuentas, quien se lo perdió fue él y aunque lo lamento, no podemos ser parte de una familia donde no somos bienvenidos.
Hoy que cumplirías años, que estoy segura de que estaríamos cenando alguna delicia culinaria y un vino exquisito en ese pequeño restaurante francés que tanto te gustaba en la calle de Justo Sierra, te dedico la profundidad de mis recuerdos, con un dolor atenuado pero no olvidado, con muchas preguntas que nunca tendrán respuesta, con un silencio impuesto por la imposibilidad para hablar porque de hacerlo el dolor y la tristeza vuelven. Parte de ti descansa como parte del polvo mágico de Lago de Chapala, descansa en paz y donde quiera que esté tu espíritu, que haga el bien, que no de mal por bien, que tu energía se haya sanado para que un día, no lejano, pueda pensar en tí y hablar de tí sin un nudo en la garganta. Para que pueda dejar de preguntarme ¿porqué si decías que me amabas tanto, me hiciste tanto daño? ¡Tanto! que ni yo me lo puedo perdonar.
Que Dios bendiga nuestras almas. Que Dios nos guíe para encontrar la paz del perdón y entonces, poder vivir en paz y cerrar este círculo que nunca se cerró.
Que en paz descanses.

7 comentarios:

  1. Escrito por el buen Gabriel...

    Los polvos de Chapala
    Entre Tú y Gabriel Carrasco

    Gabriel Carrasco El 15 de enero a las 20:02

    Mi muy querida Lucero, leí con detenimiento, varias veces, la carta que publicas para el padre de tus hijos. Recibí, como seguramente ocurrió a todos los que la recibimos, el tremendo dolor que significa para tí esa persona, su recuerdo y los tremendos surcos que dejó en tu corazón. El duelo que has estado viviendo desde entonces (me atrevo a pensar, incluso antes de que muriera) te persigue todos los días y lo reflejas. Te llena de contradicciones.
    Sin embargo al margen de ello, o tal vez debido a ello, te hace al mismo tiempo una persona con una enorme una riqueza de carácter, con un sentido humano inigualable y, desde luego, con una nobleza que enriquece a todos los que hemos sido rodeados por tí alguna vez.
    Lucero, tus hijos tuvieron el padre que les tocó, su proceder no es tu responsabilidad. Ahora tienen el padre que les toca, un individuo igualmente excepcional, para bien. A ambos los elegiste tu porque dispones de ese derecho, la misma autodeterminación que te permite buscar lo mejor para ellos, y para ti. Algún día Lucerito y David lo entenderán, esa es su chamba.
    Como amigo tuyo me conmueve hasta el fondo el enorme dolor que transmites con la carta. Es el mismo dolor que vi en ti la primera vez que entré en tu despacho para que me entrevistaras. Ahora te entiendo mejor, ahora atesoro todavía más el gran regalo que me dio la vida al conocerte. Ahora, mi querida Lucero, debes saber que para mi representas un eslabón tan bueno, tan positivo en todo lo que ha sido nuestra vida que no me resta más que desearte que atravieses todo lo que debes atravesar y salgas de ello bien, renovada, con la enorme sonrisa que siempre has mostrado a todos. Con esa sonrisa te recuerdo y, seguramente ese espíritu te recuerda y te mira igual.
    Recibe un abrazo muy cariñoso. Con todo mi amor,

    Gabriel

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  2. Querido Gabriel:
    Gracias por leerme y por la reflexión que haces alrededor de lo que escribí. Tienes razón, lo has escrito tú con una claridad contundente: "el tremendo dolor que significa para tí esa persona, su recuerdo y los tremenedos surcos que dejó en tu corazón." Todo eso pasó y nunca lo había podido expresar ¡Gracias amigo! al igual que la infinidad de contradicciones que sigue produciendo a lo largo de los años... Hablo muy poco de él y el otro día David, hizo algunas preguntas a las que le respondí que por el dolor que implicaban las respuestas, a lo mejor todavía no era tiempo de hablarlo... él respondió "si es así mami, ya llegará el momento." Ayer hablamos un momento sobre esta entrada en el blog y le dije que si quería preguntat algo, lo hiciera, me respondió que si tenía preguntas pero que todavía no había llegado el momento.
    Yo se que mis hijos tienen la realidad que les tocó y que de alguna manera yo les forjé. Yo he tomado mis decisiones y asumir la responsabilidad de las consecuencias.
    Nunca pensé que este dolor "se viera", nunca, jamás pensé que se "trasminara" por mi mirada. Gracias por haberlo visto y gracias por esta bella carta.
    Te quiero mucho, me encanta seguir viéndote en familia, me encanta que no dejes de luchar, desde que te conocí sentí un gran cariño por tí. Recuerdo el día que llegaste hasta mi, con Miranda recién nacida y me abrazaste lleno de impotencia, ¡cómo hubiera deseado que en ese abrazo se pudiera deshacer a ese Gabriel contrito y dolorido... y sin embargo mi querido amigo, a trancazo y trancazo, aquí seguimos, con la mirada en alto y...muy importante: LA MIRADA LLENA DE VIDA.
    Gracias por lo que has sido capaz de revelarme a través de tu mensaje. Recibe un abrazo muy muy fuerte y lleno de gratitud.
    Que siempre seas tú y tu familia bendecido.

    Lucero

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  3. Priscila escribió:

    Priscila McDonald creo q hoy estoy sentimental... no paro de llorar.. gracias por compartir Lucero... Dios te bendiga
    El Jue a las 22:16 ·

    Yo le respondo... Si este llanto es sanador... ¡déjalo fluir!

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  4. Paty Ledesma escribió:

    Patricia Ledesma Arquitecta te quiero mucho .

    El Jue a las 22:49 ·

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  5. Ariadna Saucedo Lucero:
    Al leer las notas que escribi ... Leer másó tu corazón, ese inmenso corazón en quien muchos nos cobijamos, me impulsó a decirte: Tú eres una magnifica mujer, con toda su magnificencia, con toda esa hermosa humildad que te caracteriza que te das tiempo para todos (en ese todos me incluyo) y tu ser íntimo lo has puesto a un lado, un sitio en el que vive a la par en tu vida, pero que no lo centras como parte integral de ella, es interesante saber que lo rescatas de lo más profundo de tus entrañas y le das luz para una cura espiritual que tanto anhelas . Sé que Dios te acogerá en sus brazos y te abrazará cálidamente para que encuentres la sanación que tanto deseas. Si de algo te sirve mi persona, incondicionalmente cuentas conmigo, porque sabes que existen episodios que se repiten y se viven en diferentes seres y a pesar que no son lo mismo, si es el mismo dolor. Te quiero mucho, y recibe de mi parte un abrazo fraternal. Besos. Ariadna.

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  6. Mi querida Ari... sólo puedo decirte gracia, ¡muchas gracias! te quiero mucho...
    Lucero

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