domingo, 21 de febrero de 2010

Voy a pasear en mi consciencia.... Tener más (en cualquier sentido) no nos hace mejores por adscripción


"Sólo se hace consciente a quien reflexiona."
Carlos Beorlegui

En la vida no basta con tener la fortuna de haber tenido quien te enseñara de manera natural la importancia de contar con una amplia cultura, de tal manera que leer, escribir, pintar, bailar, escuchar, viajar... observar el mundo infantil y juvenil desde diversas perspectivas, te permitiran asimilar y ser sensible a cosas que otros menos afortunados no son capaces de percibir y mucho menos de imaginar.
Después de que probablemente, ya he andado mucho más de la mitad de mi vida, he aprendido que poseer cultura, que poder ver el mundo de diferentes maneras e intepretar la realidad con una mirada que se permite observar más a fondo...son mejor opción que validarse como individuo por lo "mucho que se sabe". He aprendido, que el último recurso como expresión del miedo a fallar, son los aires de superioridad y de arrogancia.
Por muchos años pensé que era suficiciente con saber y con ser culta para "ser mejor que los demás". No se es mejor, puede ayudar, es cierto, pero al final del día la sencillez o humildad (como se le quiera llamar), es la mejor aliada en el diario andar. Con frecuencia recuerdo las palabras escritas por Elena Poniatowska al relatar quién era Mariana Yampolsky:
"Era tan modesta que guardaba silencia ante la ignorancia ajena, su respeto por los demás iba más allá de cualquier limitación y su deseo era que nadie sospechara que sabía más que ellos. Su erudición, sus conocimientos, estaban allí, eran parte de su espíritu y jamás los presumíó, definireron su forma de mirar.
Ese bagaje cultural construyó su criterio y sus fotos son notables porque detrás de ellas hay un mundo..." (Poniatowska, s/c, párrafo 14)
En las últimas dos semanas me he encontrado ante algunas situaciones que no dejan de rondar de manera casi febril en mi cerebro y que me llevan a plantearme infinidad de preguntas, aquí algunas:
  • ¿Desde cuándo hay que justificar la calidad y el rigor académico?
  • ¿Desde cuándo el esfuerzo sustituyó a la calidad?
  • ¿Desde cuándo nuestra burbuja se hizo tan confortable que ni siquiera nos planteamos la posibilidad de mirar distinto y de aprender ante cualquier posibilidad?
  • ¿Desde cuándo ser culto(a) puso a alguien por encima de los demás por el simple hecho de haber tenido oportunidades "más afortunadas"?
  • ¿Desde cuándo "saber más" otorga el permiso de mirar por encima del hombro y olvidarse de respetar a las personas?
  • ¿Desde cuándo nos contamos el cuento de que "todo está bien si yo estoy bien"?
  • ¿Desde cuándo "la autoridad" se gana gritando y atropellando abusando de los menos afortunados, amenazando, dejando de mirar alrededor (no importa en qué ámbito)?
  • ¿Desde cuándo dejamos de aprender a ver a los otros como personas?
  • ¿Desde cuándo muchos de nosotros no somos capaces de mirar en el reflejo de nuestra mirada, la luz o la oscuridad que reinan en nuestra alma?
  • ¿Desde cuándo expresarse con sinceridad lleva a que otros ironicen sobre sentimientos y formas de pensar?
  • ¿Desde cuándo alguien se contó el cuento de que ser listo(a), es sinónimo de ser inteligente, persona íntegra, respetuosa, comprometida por el simple hecho de ser parte de una historia y no por puro protagonismo?
¡Qué sólos se quedan los que no son capaces de ver más allá del saber y qué lejos se encuentran de la sabiduría, de la experiencia forjada con carácter, de tener una vida privilegiada por el sentir y el pensar! ¡Qué lejos de la sencillez, de la modestia, de la humildad, se quedan aquellos que se atreven a mirar por encima de su hombro sin detenerse ni un momento a pensar en que los dones y los parabienes que se reciben son para compartirlos, para crecer como persona, para aprender de los demás (hasta del que pudieran ver como el más insignificante por sus carencias)! ¡Qué lejos del espejo del alma se quedan los que sólo piensan para sí, incapaces de empatizar, de buscar entender las historias que le rodean e incapaces de reconocer, que para constituirse en una persona en toda la extensión de la palabra, no basta el tener, no basta el saber! ¡Qué lejos se quedan los que creen que la vida está resuelta y entonces para qué mirar más allá de una mirada arrogante y de desprecio para quienes "no están a su altura"! ¡Qué sólos se quedan los que dejan perder su alma sin haberse dado cuenta de que es su esencia, es su espíritu el que habla por ellos! ¡Qué sólos se quedan los desamparados arrogantes, ya sea por ignorancia, ya sea por la presunción de creer que es más que los demás!
¿Enoja la ignorancia? Hoy por hoy, creo que enoja y duele más la arrogancia, pero contra ella, no hay más que andar duros caminos que tarde o temprano habrán de recorrer aquellos que creen que es su carta de presentación... el miedo se disfraza de arrogancia, de altanería, de desamor, de dureza, de insensibilidad, de manipulación, de soledad abandonada por la misma soledad, de inequidad, de incoherencias e incongruencias; se disfraza de la miseria del poder mal entendido.
Sí, estimados lectores y seguidores, mi alma está atormentada por esto y algunas cosas más; sin embargo, en lo profundo del oscuro túnel que estos días recorro, hay una luz, una luz que me permite creer y tener la confianza de que esto pasará y de que quienes sean capaces de transitar de ser listos a inteligentes (incluyéndome yo), algún día, en verdad, estaremos en la senda de aprender a ser mejor personas.

Referencias:
Poniatowska, E. (s/c). La profunda mexicanidad de Mariana Yampolsky.  El ángel caído. Recuperado el 21 de febrero de 2010

5 comentarios:

  1. Lucero:

    No cabe duda que nuestro ánimo y las situaciones que rodean el contexto del "ahora" en el que se escribe engloban perfectamente y enfatizan las ideas que deseamos plantear.

    De la mano de tu publicación anterior: la cultura forja las posturas críticas (en teoría) sobre una determinada circunstancia, trabajar por formar una cultura donde el valor de una persona sea más cualitativo que cuantitativo es una razón de ser. Para mí, aquel que calla su orgullo y aprende a convertirlo en empatía se vuelve mentor... Y ¡vaya que hacen falta hoy en día! Como mencioné en mi respuesta a tu entrada: la enseñanza es quizá el don más difícil de entregar, pero todavía más difícil de aprender a recibir.

    Admiro tu esfuerzo por compartir estas líneas que más allá de divertir, invitan a la reflexión sobre nuestra realidad desde una introspección que puede llegar a ser dolorosa. ¿Por qué? Porque duele saber que aunque depende de uno mismo el dar más por el bienestar común, tendemos a esperar que alguien más lo haga.

    Un abrazo,
    M.

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  2. Mau:
    Gracias por leerme y comentar respecto a lo que escribo, en verdad lo aprecio... he encontrado que atreverse a escribir y publicar en este espacio tiene, de alguna manera, un poder sanador.
    Te quiero mucho,

    Lucero

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  3. Hola Lucero
    Soy Iván

    Bueno pues como decir que no a lo que escribiste. En la realidad uno no debe sentirse más que otros, por el simple hecho de poseer "más cultura o inteligencia"; pero yo pregunto a todas las personas que dicen ser mejores, en que sentido lo son, por que si nos ponemos a analizar a profundidad que es ser culto o inculto, en el fondo las diferencias no existen. Uno no puede decir que una persona es inculta por no saber algo que tú si sabes, por que el tener cultura es algo que todos los seres humanos de este basto mundo tenemos.

    El tener cultura significan lo que cada individuo tiene para ofrecer como sus tradiciones, modus vivendi, costumbres, pensamientos, saber, personalidad, opiniones, su ética y moralidad. La cultura no es saber más de una persona es todo lo que nos hace seres humanos y por lo consiguiente creo que es totalmente imposible que una persona en el planeta no tenga cultura.

    La cultura no se puede medir por que cada uno nace con oportunidades diferentes y las aprovecha como uno quiere. Yo le preguntaría a las personas "superiores" que acaso podrían sobrevivir en la selva como lo hacen los indígenas, o que podrían construir una casa como lo hace un grupo de albañiles, e inclusive tienen la capacidad de dar compasión y apoyo a quienes lo necesitan sin esperar nada a cambio como los voluntarios de diversas organizaciones. También creen poder manejar una situación de emergencia como lo haría un paramédico o doctor, por que muchas veces a esos héroes anónimos la gente ataca diciendo que no saben que hacer en esas situaciones o los culpan de por que se murió la persona. Yo pregunto ustedes personas superiores son capaces de hacer un mejor trabajo.

    Yo dijo y reitero que todos en este mundo tienen su propia cultura y no se le puede hacer menos a nadie, por el contrario pienso que siempre hay algo que aprender de individuo de nuestra gran sociedad.

    Bueno eso es todo espero que te guste este pequeño escrito y comparto tu opinión de que nadie es más que otro.

    Nos vemos en clase.
    Bye.

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  4. Hola miss:

    Desde mi punto de vista creo que el ser humano siempre debe de estar con una actitud de autoaprendizaje y aprender de sus errores, ademas sin importar la circunstancia en que se encuentre, mantener una actitud humilde ante las cosas y no encerrarse en su espacio para evitar los problemas.
    Finalmente creo que lo primordial que se debe tomar en cuenta es mantener el estudio y la actualizacion del conocimiento para ser cada dia mejores personas.

    Saludos,

    Carlos Rubén Martínez Licona

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  5. Iván, Carlos:

    En verdad aprecio sus reflexiones y comentarios, habla de que son personas valiosas en el sentido del nivel de conciencia que poseen y que les permite ver el mundo desde una postura humanista (no se tiene que estudiar para serlo... En verdad me reconforta leerlos... ¡Muchas gracias!
    Lucero

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