sábado, 27 de junio de 2009

Entre competencias docentes y pensamientos que salen desde el alma


Trabajo en un área que me gusta mucho, hago lo que me gusta y me hace feliz. Sin embargo, es claro que algo no marcha desde el momento en que no encuentro la forma de hacer que el barco se mueva con suavidad pero con constancia. Tengo días dando vueltas y vueltas sobre cómo lograr que las cosas sucedan de manera diferente. Investigo, leo, pienso, platico y nada más no le encuentro la cuadratura al círculo.

Es claro que yo debo encontrar maneras diferentes de hacer las cosas para que mi poder de convocatoria sea efectivo; sin embargo en mi búsqueda, encuentro que hay una parte que definitivamente no puedo andar:

  • Capacitarme por otros.

  • Leer por los otros para aprender.

  • Apropiarme del modelo bajo el cual debemos desarrollarnos como docentes por convicción, por búsqueda de crecimiento personal.

  • Considerar la posibilidad de reinventarme rompiendo habitualidades.

  • Aprender lo que otros no desean aprender.

  • Generar alternativas de desarrollo.

  • Estar consciente de manera permanente de que el trabajo es frente a personas y que esas personas se merecen lo mejor de nosotros.

  • Amar apasionadamente nuestro oficio.

Se que esta resulta más una lista de quejas que razones para lograr cambios, por algún lado debo comenzar. Algo que es definitivo es que como lo he comentado en otras ocasiones y no me acuerdo quien lo dijo "nadie aprende lo que no quiere." De este listado, en lo personal busco hacerme cargo como individuo, algunas cosas se han dado de manera digamos que natural, otras, he debido trabajarlas y algunas más las debo profundizar.

Resulta triste que habiendo tantas personas alrededor, en la misma actividad que la mía, en las oportunidades de aprender, nos encontremos siempre las mismas personas y de otras ni siquiera sabemos quiénes son. Bien por los encuentros, mal por los desencuentros.

En un mundo en el que se habla de competencias, ¡sorpresa! NO HAY TIEMPO para considerar su importancia. A lo mejor es una moda, pero la educación se está moviendo hacia allá y eso quiere decir que debemos actualizarnos, desplazarnos y comprender el mundo de la docencia, de formar personas y ciudadanos, desde este nuevo espacio y para ello, es indispensable un ejercicio de apropiación de lo que esto significa y actuar por convicción.

Interesantísimo que hoy por hoy, no basta en nuestro campo profesional decir "soy muy buena", ahora debo demostrar mis capacidades, mis actitudes, mis habilidades. Debo dar EVIDENCIAS. Entiendo que es confrontarse con una misma y con los demás y eso a más de alguno le da miedo, yo creo que a todos pero es algo así como la pimienta sobre un delicioso y jugoso filete (no soy vegetariana) y una buena copa de vino tinto.

Cambio de rumbo...

En medio de esto, se me ocurre la genial idea de tener algo así como un encuentro conmigo misma y pues ¡colapso! muchas preguntas sin respuesta, muchos "veintes" cayendo y vaya que se me han complicado las neuronas. Además junto con esto, Diva (mi computadora) hizo de las suyas y pues héme aquí escribiendo en un equipo temporal que ya no quiero que me quiten ¡tiene unas superbocinas! ¡Mi espíritu, mi corazón, se llenan de música y ¡lo disfruto mucho!

Entonces, ando medio complicada pero conservando la capacidad de mirar, escuchar, sentir a pesar de todo y para mi eso es señal de que no claudicaré. Además hoy recibí carta... mi buen alumno-amigo ¡gracias! gracias por rescatar la magia de enviar cartas "a la antigüita", es recuperar la esperanza de que cuando pase el cartero, a lo mejor trae noticias. ¡Es un regalo maravilloso! Muchos jóvenes no conocen de este gozo y los de mi generación lo conocen pero seguro que muchos lo han olvidado. Las cartas traen noticias a otro ritmo, pero con la maravilla de leer en un papel que fue manuscrito, con pluma fuente y con pensamientos y sentimientos que se sienten.

La tecnología es una herramienta maravillosa pero el papel y la pluma fuente para decir cosas, expresarse ¡son excelentes! Efra, hagamos una campaña de rescate de la pluma y el papel para escribir noticias, pensamientos. proyectos, sueños, alegrías y tristezas. Una carta, aunque puede tener una mala noticia, de una u otra forma, reconforta, acompaña, humaniza.

Un ejemplo de la maravilla de la comunicación electrónica: "Cartas desde mi memoria"

Un ejemplo de cartas manuscritas: "Steal a pencil for me" (si pueden lean las cartas o el documental... nunca, nunca en mi vida pensé que el drama del Holocausto pudiera conservar una memoria como esta).

Gracias por leer estos devaneos y desalineaciones... hasta la próxima.

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