viernes, 23 de octubre de 2009

¿Por qué, por qué, por qué…?



No logro comprender qué es lo que nos determina como personas a minusvalorar nuestra calidad humana. No logro entender porqué no conseguimos ser quienes debemos más allá de nuestros miedos, nuestras máscaras, nuestras inseguridades, nuestros desaciertos (conscientes o no), nuestros "fuera de lugar".

Somos seres tan temerosos que tenemos que fingir lo que no somos o lo que nos gustaría ser, pero sólo eso hacemos: fingir lo que no somos. Qué triste que creamos nuestras propias historias sin detenernos por un momento a recapacitar que los seres humanos somos complementarios y que al serlo, debemos aprender a cuidarnos, a respetarnos, a acompañarnos, a apoyarnos en las buenas y en las malas.

Como cada semana, al hacer el recuento, encuentro que aprendo constantemente de quienes me rodean y de mi misma. Aprendo de lealtad, de traición, de dolor, de compañerismo, de cariño, de amor y desamor, de la dimensión que pueden alcanzar las murmuraciones, de la rapidez con la que podemos ofender, tergiversar y transgredir a otros, de la importancia del diálogo, de no dejar de lado los problemas porque al hacerlo lo redimensionamos y entonces sí se convierte en un problemón. He debido aprender a desconfiar de personas en las que creía y a las que respetaba y en cambio, he debido aprender que los prejuicios no son buenos pues justo, de aquellos de quienes alguna vez dudamos o tuvimos alguna diferencia, son quienes nos acompañan. También he aprendido que hay personas que por razones que no puedo explicar, no dejan de estar a mi lado, no dejan de acompañarme y de apoyarme, por más disímbolas que sean.

Hoy aprendí varias lecciones:

  • No debo dejar de lado mis pendientes porque llega un momento en que me rebasan y por más que quiera cumplir, resulta imposible.
  • No debo permitir, sin importar la bandera, que nos atropellemos unos y otros.
  • Debo evitar entrar en conflicto.
  • No debo temer a las palabras ni al silencio.
  • No debo olvidar que todos somos prescindibles y eso no quiere decir que no importo a los demás o a alguien, sencillamente, solos llegamos y solos nos vamos, aun estando acompañados.
  • Debo recordar en todo momento que contra los chismes, lo único que hay para matarlos es el trabajo honesto y dedicado.
  • No debo flaquear ante las sinrazones.
  • Debo acatar pero manifestar mi punto de vista.
  • Mi trabajo me respalda y también la institución donde laboro.
  • Mis alumnos son jóvenes pero no tontos.
  • Es muy fácil ser héroe, mártir, víctima pero muy difícil ser justo, ser justo la medida del ser humano.
  • Cada día, sin flaquear, luchar por ser mejores personas.

¡Cómo me gustaría poder expresar la vorágine de pensamientos que me invaden estar tarde lluviosa, fría y agradablemente solitaria! ¡Cómo me gustaría poder ayudarme y ayudar a quienes "no se dejan"! ¡Cómo me gustaría que aquellos que tienen capacidades superiores en muchos sentidos, se ennoblecieran con la grandeza de la sencillez y la humildad, la honestidad, la sinceridad, el amor a sí mismos.


Generalmente, comprendemos los qué y los cómo, lo que suele no quedarnos claros, son los para qué. Cómo me gustaría ser sabia ante las circunstancias pero ¡no! Soy solo una persona buscando ser mejor persona a pesar de los errores que me han marcado, que a ratos son algo así como los demonios que habitan mi conciencia. Cómo me gustaría estar en equilibrio y armonía constantes.

Ayer fue un buen día… mis hijos y yo, tuvimos una actividad de integración, una vez más, lamentablemente y afortunadamente tambi´'en, fuimos los tres nada más. Jugamos, corrimos, brincamos, nos abrazamos, nos dijimos cosas importantes, nos agradecimos por ser parte de nuestras vidas. Qué agradable sentir el rostro de mis dos niñotes pegado al mío, qué agradable (como siempre) reírnos juntos, qué bello verlos así de grandes y fuertes y preparándose para enfrentar sus propias vidas.

Antier, David me sorprendió, hizo algo que como dice su "Miss Astrid", a las mamás nos deja ver centellazos de madurez, ¡gracias David! El regalo más grande ha sido verte buscando resarcir un daño. Justo, mi amor, eso es "hacerse cargo".

Lucero me enseña cada día la importancia de la cercanía aun la "cercanía distante". La veo todavía dándose en la torre pero al mismo tiempo más serena, más centrada, más, un poquito (todavía falta cerrar el Facebook y el Messenger) concentrándose más para que no se le salgan las cosas de la escuela de control.

David y Lucero, me piden que no deje de acompañarlos y de apoyarlos y yo les digo ¡Aquí estoy! ¡Aquí estoy en sus éxitos y en sus fracasos! ¡aquí estoy en el amor y el desamor! ¡aquí estoy, orgullosamente siendo mamá de ambos! ¡Aquí estoy para ser familia! Familia de tres, familia de seis, familia Miranda Ballesteros, Carrión o Carrión Miranda. ¡Estoy aquí para estar con ustedes sin dejar de ser yo!

Esta semana fue semana de Catrinas, hemos estado fabricando los sombreros de las Catrinas para "mi otra hija" la Fiesta de Humanidades, tan lejos y tan cerca de mí en estos días. ¡Dios! Cómo me hace falta pero al mismo tiempo no. Recibí una Catrina de plata, es un gran regalo, no por el objeto, sino como dice mi querida Alice: guarda mucho de lo que todo esto es (palabras más, palabras menos). Mis Catrinas de este año se verán bellas, un sombrero único para cada persona: Naye, Mitch, Daniela, Elsa, Lulú, Lucerito, Mónica, Vero, Fer… ¡me faltan más Catrinas de nombrar! Lo que si se, es que todas serán bellas.

La obra avanza, ha comenzado la fiesta de color entre el naranja, el amarillo y el azul… finalmente el azul está ahí con su mundo de significados. La fuente como símbolo de vida cuando mane agua, ¡ahí está!

Las competencias ¡me están ahogando! No veo el final del túnel. El fin de semana pasado di un curso y especialmente a alguien no le gustó mi trabajo, debo ser más cuidadosa de él, debo atender hasta el último detalle. En fin… hay que seguir adelante. Viene otra semana intensa, entre capacitaciones, certificaciones, textos por escribir y textos por leer.

En fin, aquí vamos en el ocaso de esta semana, escuchando los truenos (qué maravilla, la maravilla) y también cómo cae la lluvia. Mirando adelante con un poco de temor pero adelante al fin. Amando a mi familia nuclear, soltando personas, reconociendo a otras…

¿Por qué, por qué, por qué? ¿Por qué no basta seguir mirando hacia adelante y dejar pasar la vida? Pues ¡porque no!

P.D. ¡Me encanta Dios!

2 comentarios:

  1. Me gustó tu lista de cosas aprendidas, aunque hubiera tenido que irme a estudiar cuando leí el primero. Sobre todo el de tus alumnos, es bueno.

    Un gusto leerte. A ver que se hace en lugar de mirar pasar la vida.

    ResponderEliminar
  2. Hola Yess... qué bueno que te guste la lista y, pues si, igual yo tendría que estar escribiendo un ensayo.

    Gracias, aprecio mucho que me leas y que hagas eco de mis sueños y pesadillas.

    ¡Buen fin de semana!

    ResponderEliminar

Aprendiendo de comunicación... si te detienes en este espacio, será excelente saberlo. Si haces comentarios, también será muy bueno.