InArtCul: Un regalo para no perder la fe en la música y su capacidad de alegrarnos

lunes, 2 de noviembre de 2009

Un regalo para no perder la fe en la música y su capacidad de alegrarnos

Esta mañana mi querida amiga Ana María, me envió el enlace que adjunto. Disfrútenlo y no dejen de esbozar una sonrisa...

P.D. Me sigue encantando Dios...

2 comentarios:

Unknown6 de noviembre de 2009, 12:03
Me puedes explicar por qué cada que veo cosas como estas salen lagrimas de felicidad?? jaja quiero trabajar en un teatro o el cirque du soeil!!!
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Unknown6 de noviembre de 2009, 12:12
Jajajaja...primero es lo prinero... el título en la mano, nos guste o no... papelito habla.
Gracias por visitar mi blog.
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Aprendiendo de comunicación... si te detienes en este espacio, será excelente saberlo. Si haces comentarios, también será muy bueno.

Con huella...algunos libros

El sueño del celta (Mario Vargas Llosa)
El viaje del elefante (José Saramgo)
Ensayo sobre la ceguera (José Saramago)
Todos los nombres (José Saramago)
Las buenas conciencias (Carlos Fuentes)
La mano de Fátima (Ildefonso Falcones Devaneos)
La Sombra del Viento (Carlos Ruíz Safón)
La Catedral del Mar (Ildefonso Falcones Devaneos)
El Modo Intemporal de Construir (Christopher Alexander)
Laws of Life (John Templeton)
De parte de la Princesa Muerta (Kenizé Mourad)
El Manuscrito Carmesí (Antonio Gala)
El Etrusco (Mika Waltari)
Sinhué "El Egipcio" (Mika Walatari)
La Hoja Sarracena (Frank Yerby)

Leer por placer...

En el verano de 2003 descubrí a Ruíz Zafón, lo mejor fue que mientras leía su libro"La sombra del viento" me encontraba justo, en la ciudad de Barcelona por segunda vez, ciudad llena de pequeñas y grandes sorpresas para los sentidos.

Los barrios, las calles, las avenidas, los olores, los colores... poder identificar muchos de los referentes contenidos en el libro, resultaron una delicia. Leer sobre el Tibidabo ¡mejor! el primer verano había tenido la oportunidad de vivir en esa zona; lo que yo no sabía hasta que tuve la fortuna de pasar una tarde con dos buenos amigos catalanes, fue descubrir, gracias a ellos, que el desenlace de la historia se tejía tan sólo a media cuadra del lugar donde me había hospedado en el 2001. Es decir, por casi cuatro semanas, casi todos los días para ir a tomar el metro, debía caminar hasta la esquina, hasta Tibidabo #32 y doblar a la izquierda para ir a la Plaza Kennedy donde se encontraba la terminal. En el camino, podía ver, una y otra vez el pequeño tranvía que lentamente asciende varias veces al día hasta la montaña del mismo nombre.

Después leí alguna otra cosa de Ruíz Zafón que también me agradó (El Príncipe de la Niebla), por ahí, en algún librero espera Marina. Hoy terminé de leer El Juego del Ángel, lectura que se quedó a medias desde las vacaciones navideñas y que en algún momento me dije, es muy parecido a La Sombra del Viento; sin embargo, debo reconocer que vuelve a ser una delicia recorrer Barcelona de la mano de Ruíz Zafón y que aunque a ratos me dije, esto se parece mucho a lo que ya he leído: el fuego, el misterio, los recovecos, la violencia, los libros, desde luego el maravilloso Cementerio de los Libros Olvidados... la tercera parte del libro me vuelve a tomar por sorpresa y me gusta, me gusta este libro... Adam Smith (lectura de un curso de Ética y Globalización) debiste esperar pues era necesario ¡indispensable! terminar este Juego del Ángel. ¡Sea pues!